Por Julia Porras
14 de marzo de 2023La joven de 17 años que falleció la semana pasada en Ciudad Real tras tomar un café contaminado con leche era alérgica, no intolerante, como se comentó en un principio. De haber sido así, no habría llegado a ese fatal desenlace. Pero ¿cómo se puede diferenciar entre intolerancia y alergia alimenticia? “La diferencia entre intolerancia y alergia alimenticia es esencial por la gravedad de la reacción. La intolerancia es la dificultad que tiene el organismo para absorber algunos nutrientes, por ejemplo, la lactosa, pero con la ingesta de lactosa en una intolerancia lo único que pasa es que el intestino no sintetiza una encima que se llama lactasa y no deja que se absorba la lactosa”, aclara el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Alergología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Si una persona es intolerante y toma el alimento puede producir una distensión abdominal, diarrea, dolor o molestias, “pero en ningún caso la muerte”, asegura el doctor Zapata.
Sin embargo, en el caso de una alergia los síntomas van desde los más leves, como picor de garganta, sensación de bolo al tragar o bajada de la presión arterial, hasta los más graves como la taquicardia e incluso el fracaso cardio respiratorio, lo que se conoce como shock anafiláctico o anafilaxia. “Esto es lo que puede provocar la muerte del paciente, como ha sido el caso de la chica de Ciudad Real”, asegura el doctor Zapata.
Hay que tener en cuenta varios factores importantes para evitar este tipo de situaciones. “Lo primero, es necesario tener un diagnóstico correcto sobre si tenemos alergia o intolerancia para poder prevenir cualquier tipo de situación de peligro”, indica el doctor Zapata. En segundo lugar, es clave, cuando se come en un lugar público, avisar de modo correcto en el lugar a la persona que nos atiende, para que se asegure de que el alimento preparado no contiene el alérgeno ni restos “o que ni siquiera haya tenido el más mínimo contacto con el alérgeno, porque la contaminación cruzada en estos casos es muy peligrosa”.
Por otro lado, es imperativo que el alérgico lleve encima siempre un maletín de emergencia que ha de constar de un antihistamínico, un corticoide oral y un par de plumas precargadas de adrenalina. “Mejor llevar dos, por si con los nervios una se pierde o se estropea. Además, si la reacción no cesa pasados unos minutos, es posible inyectar una segunda inyección de adrenalina al paciente”, afirma el doctor Zapata.
Todo depende de la severidad del cuadro de reacción del paciente, pero la persona alérgica debe seguir los pasos necesarios para cortar esa reacción alérgica desde los primeros síntomas. “El alérgico debe tomar el antihistamínico, el corticoide oral y, si la reacción continúa, ha de inyectarse la adrenalina en la parte externa del muslo, sin dilación, porque el proceso es cuestión de minutos”, concluye el doctor Zapata.