Por Juan García
2 de febrero de 2024Cáncer de mama, de páncreas, de cérvix, de piel… son algunos algunos de los tipos de casos oncológicos que han visto una mejoría en el diagnóstico gracias a herramientas de inteligencia artificial (IA) en el último año. Incluso se han desarrollado la dos primeras cátedras en España de IA en Medicina por parte la Universidad de Santiago de Compostela y la de Málaga. Esto es la prueba de que el interés que despierta esta tecnología y sus aplicaciones no es ajeno al sector sanitario, especialmente en el caso de la investigación frente al cáncer.
“La IA es un tsunami que mejorará la precisión en el diagnóstico del cáncer sin sustituir a los patólogos”, afirmaba el doctor Julián Sanz, codirector del Servicio de Anatomía Patológica de la Clínica Universidad de Navarra, en una conferencia sobre Actualización en Patología. El doctor Sanz considera muy positivos estos avances, aunque recalca la necesidad de que cuenten con el respaldo de especialistas. También destaca que estos progresos servirán para "mejorar la precisión del diagnóstico, la previsión y el ofrecimiento de la alternativa terapéutica más oportuna para cada paciente” y apunta a determinados tipos de cáncer como el de pulmón, de mama, en melanoma y el ámbito de la patología urológica, como los campos donde se están produciendo los avances más prometedores.
El pasado verano, la revista Lancet Oncology publicaba los resultados de un estudio de varias investigadoras suecas que permitió detectar un 20% más de casos de cáncer de mama gracias a un software de IA. Así, en base a la recopilación de datos de millones de análisis de datos, el software lograba detectar en una mamografía indicios de tumor que se escapan al ojo humano. En el estudio concluían que este sistema de asistencia podría ser un complemento para los radiólogos.
Este creciente interés por aplicar la IA a las investigaciones frente al cáncer es un fenómeno de carácter internacional, pero que no escapa a los investigadores de nuestro país. El sistema de información GALEN, desarrollado por el grupo de Inteligencia Computacional de la Universidad de Málaga en colaboración con la UGC Intercentros de Oncología Médica de Málaga, fue pionero en España en aplicar modelos de inteligencia artificial para mejorar la eficacia y el tratamiento de pacientes oncológicos. Este software tiene el objetivo de "extraer toda la información relevante de la historia clínica digital del paciente para el seguimiento de pacientes oncológicos, explica a Medicina Responsable uno de sus creadores, el catedrático Catedrático de la ETSI Informática de la Universidad de Málaga, José Manuel Jerez. El investigador señala que, a pesar del elevado nivel de desarrollo de muchas herramientas de IA, su nivel de implementación es aún bajo. Por ello, es partidario de divulgar el conocimiento sobre estas herramientas y aprovechar así todos los recursos que proporcionan. "Es fundamental trasladar toda esa tecnología a la práctica clínica diaria", subraya.
"El principal potencial de las herramientas de inteligencia artificial es el procesamiento de imágenes. Está comprobado que tienen unos niveles de detección superiores al ojo humano y eso ayuda a mejorar considerablemente el diagnóstico", apunta el catedrático. En este sentido, señala que en el caso de los melanomas es donde mayor potencial han podido extraer a la herramienta desarrollada por su equipo.
En lo que se refiere al diagnóstico, el Institut Català de la Salut (ICS) ha desarrollado este año cuatro algoritmos de inteligencia artificial propios para mejorar el diagnóstico del cáncer de mama, implementándolo en varios hospitales de la comunidad. Asimismo, el Hospital de Donostia fue pionero en incorporar una nueva tecnología basada en la IA para reducir el tiempo de diagnóstico en casos de cáncer de cérvix, como parte del programa poblacional de cribado de cáncer de cuello de útero que viene desarrollando el País Vasco desde 2018.
Algunos expertos muestran reticencias frente a la incorporación de esta tecnología en los avances médicos, especialmente en lo relativo a la protección de datos para preservar la confidencialidad de la información de los pacientes. Otras voces son más optimistas y llaman a aprovechar el potencial de estas herramientas, como el propio José Manuel Jerez. Reconoce que la ley de protección de datos supone un desafío que es necesario afrontar a este respecto, pero considera que "las administraciones públicas tendrían que facilitar el acceso a estos datos" para permitir los avances en el campo de la medicina.
A nivel ético también pueden surgir "puntos críticos", explica. "El tema de la responsabilidad clínica planteará grandes cuestiones. ¿A quién corresponderá la responsabilidad de un fallo en el diagnóstico elaborado en base a herramientas de IA: el médico, el desarrollador del software? Son muchos aspectos a considerar". Ante esta y otras posibles disyuntivas, el catedrático del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga considera que "lo esencial es garantizar un uso ético y seguro, además de un acceso equitativo a estos tratamientos".
El debate está abierto y ahí deberán entrar las autoridades nacionales e internacionales para delimitar el rango de actuación de una tecnología que, por el momento, está trayendo importantes avances en el campo de la lucha contra el cáncer.