Por Virginia Delgado
10 de septiembre de 2025Los últimos registros del Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes al suicidio indican que en 2024 hubo 3.846 muertes por esta causa en España y unos 75.000 intentos.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha explicado que detrás de estas cifras hay problemas de salud mental que hasta en el 70% de los casos tiene su origen en la infancia y la adolescencia. Por ello, y coincidiendo con el Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se conmemora este miércoles, esta entidad quiere llamar la atención sobre la importancia de detectar los factores de riesgo que pueden llevar a este fatal desenlace. Entre ellos, están la depresión, los trastornos de ansiedad y de conducta alimentaria, los problemas conductuales, el acoso escolar, la violencia y las adicciones a las pantallas y a las redes sociales. “Detectar y tratar estos problemas desde edades tempranas no solo reduce el riesgo de que evolucionen hacia la edad adulta, sino que también protege a los menores de conductas autolesivas y de la ideación suicida”, ha manifestado la doctora Paula Armero, coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP.
La facultativa también ha querido resaltar el dato publicado por Unicef, que indica que casi la mitad de los adolescentes españoles ha tenido un problema de salud mental en el último año, de los cuales ni el 50% ha pedido ayuda ni ha hablado de ello con nadie. “La cifra es muy preocupante. Debemos facilitar tanto a los adolescentes como a sus familias la consulta sobre estos temas. Por eso recalcamos que la figura del pediatra tiene que ser un referente en este ámbito”, ha añadido.
Así, desde la AEP insisten en que haya un refuerzo de la atención pediátrica en salud mental, que incluya formación específica para pediatras en prevención, detección precoz y acompañamiento y una mejor coordinación entre niveles sanitarios, el sistema educativo y los servicios sociales. También, consideran que la intervención temprana con las familias ha de ser primordial, para promover la parentalidad positiva y trabajar en la gestión de emociones, en la prevención de acoso escolar, en los trastornos de la conducta alimentaria y en el uso responsable de dispositivos digitales. Finalmente, inciden en hablar de salud mental con rigor y naturalidad, para que niños, adolescentes y familias sepan cuándo y dónde consultar.
Respecto al diagnóstico del suicidio, un estudio de la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP), realizado entre marzo de 2019 y marzo de 2021, registró un aumento del 122%. En cuanto al intento autolítico, hubo un incremento del 56% en intoxicaciones no accidentales por fármacos. El perfil más frecuente entre los intentos atendidos fue el de una mujer adolescente (90,1%), de unos 14,8 años, en un tercio de los casos sin diagnóstico psiquiátrico previo.