Por Julia Porras
15 de julio de 2022Nueve provincias se encuentran en riesgo alto de mortalidad por calor en nuestro país. Badajoz, Burgos, Cáceres, Orense, Salamanca, Sevilla, Toledo, Valladolid y Madrid alcanzarán temperaturas por encima de los 44º en algunos casos, según datos del panel Kairós que proporciona alertas de mortalidad asociadas a las bajas o altas temperaturas.
Todas estas provincias registran un riesgo por encima del 90% y algunas como Madrid, desde hoy y hasta el día 20 están en el 100% de riesgo durante los próximos días, con lo que es aconsejable seguir las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, para prevenir los golpes de calor y otras complicaciones derivadas de las altas temperaturas.
Los días más duros en cuanto a temperaturas, sin embargo, aún no han llegado. La llamada “Dana Atlántica” se está cebando con nuestro país, poniendo a España en un nivel de calor extremo, incluso en zonas de costa, y se prevé que estas altas temperaturas nos sigan acompañando al menos hasta el próximo lunes 18.
Muertes por calor en julio
En lo que va de mes, 70 personas han fallecido por el calor,
de las que 51 se han producido desde el comienzo de esta ola el pasado 11 de
julio.
El pasado mes de junio también fue complicado. Durante la primera ola de calor, que se produjo entre el 11 y el 18 de ese mes, se produjeron 830 muertes atribuibles a las altas temperaturas, según el sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), organismo que depende del Instituto Carlos III de Madrid.
La mayoría de las muertes que se producen por golpes de calor suele ser en personas con patologías cardiovasculares o respiratorias previas. “La severidad de la muerte por calor se da sobre todo en las edades extremas de la vida, niños y ancianos, y en aquellos que tienen enfermedades crónicas a las que las altas temperaturas complican”, asegura Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable. La franja de edad en la que más muertes se producen por este hecho es a partir de 75 años, y sobre todo entre enfermos crónicos porque “el exceso de calor puede hacer que se reagudicen sus problemas crónicos y se desestabilicen poniendo en peligro su vida”.