Por Andrea Martín
16 de agosto de 2022Uno de los principales problemas de salud a nivel mundial son las enfermedades crónicas, entre las que se encuentran la diabetes y la obesidad, dos patologías relacionadas, que han dado lugar a una epidemia global conocida como diabesidad.
La doctora Iria Rodríguez, especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital HM Modelo, explica que la mayor parte de las personas con diabetes de tipo 2 tienen, además, sobrepeso u obesidad. “Pero no hay que perder de vista que tanto la diabetes como la obesidad se asocian, además, a otras numerosas enfermedades como la hipertensión arterial, síndrome de apnea obstructiva del sueño, niveles elevados de colesterol y triglicéridos y hasta ciertos tipos de cáncer”.
Con esta perspectiva, como medidas de prevención, la doctora Rodríguez apuesta por mantener un peso adecuado, llevar un estilo de vida saludable, con actividad física regular adecuada a las circunstancias individuales de cada persona y una alimentación sana. En este sentido, los estudios científicos han demostrado que nuestra dieta mediterránea constituye una opción muy beneficiosa, tanto para prevenir, como para tratar la diabesidad. También la dieta vegetariana, la dieta DASH y la dieta baja en carbohidratos ayudan a controlar mucho mejor los factores de riesgo cardiovascular. A su vez, se han encontrado efectos positivos con el ayuno intermitente en pacientes con diabesidad.
Hay que tener en cuenta que hay otros factores de más difícil control relacionados con la obesidad y la diabetes tipo 2, como son la edad, la genética, la raza y ciertos fármacos, por lo que “es recomendable cuidar aquellos que sí están en nuestra mano, que es fundamentalmente el estilo de vida”, señala la doctora Rodríguez.
La importancia de la prevención
Una pérdida significativa de peso, controlada por un profesional médico, es parte fundamental del tratamiento una vez que el paciente ya presenta diabesidad. “Podemos bajar de peso con cambios en nuestro estilo de vida, pero cuando no son suficientes, tenemos la posibilidad de asociarlos a fármacos de eficacia probada que no sólo ayudan a bajar de peso y controlar los niveles de glucosa, sino que también producen beneficios a nivel cardiovascular”, explica la doctora Rodríguez.
Finalmente, la cirugía bariátrica y metabólica, en determinados pacientes, consigue una gran reducción de peso, una mejoría de la diabetes tipo 2 y de otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, los niveles elevados de colesterol y triglicéridos, el síndrome de apnea obstructiva del sueño, etc.