Por Andrea Rivero
15 de junio de 2023Hablar de salud mental siempre ha sido tabú hasta hace muy poco tiempo. El estigma que rodeaba a cualquier tipo de problema psicológico y psiquiátrico fomentaba, además, que se “corriera un tupido velo” y reinara el silencio a su alrededor. Muchas personas no eran tratadas y vivían con enfermedades que, en ocasiones, tenían síntomas muy llamativos, lo que avivaba todavía más la idea de apartarse de ellas. Por suerte, conforme la sociedad avanzaba, también lo hacía la comprensión sobre la salud mental y, lo más importante, sobre la importancia de su tratamiento. Aun así, muchos mitos surgidos en esa época de oscuridad se han quedado impregnados en el pensamiento de algunas personas, así que, ha llegado el momento de desmontarlos con la ayuda de la psicóloga Elena Daprá.
- Mito 1: Si alguien tiene un problema de salud mental es porque es poco inteligente. “La inteligencia no está relacionada con la salud mental”, indica Daprá. “La salud mental está relacionada con tener o no estrategias para afrontar una situación determinada, con condiciones biológicas y físicas, etc., pero no con la inteligencia”. En ningún caso se puede pensar que una mayor inteligencia lleve consigo padecer menos problemas de salud mental.
- Mito 2: Solo debes cuidar tu salud mental si tienes un problema. La salud mental se debe cuidar como cualquier otro aspecto de nuestra salud, como nos cuidamos los dientes antes de tener caries, por ejemplo. Siempre hay que apostar por la prevención. La psicóloga explica que las personas “tenemos unos protectores psicológicos que, normalmente, se ponen en marcha de forma natural, pero a veces, por algunas razones, no los ponemos en marcha y es en ese momento cuando estamos más vulnerables y podemos tener un problema psicológico. Por lo que la salud mental la tenemos que cuidar siempre”.
- Mito 3: El deterioro de la salud mental no es un problema de adolescentes. Sus cambios de humor se deben a las fluctuaciones hormonales. La adolescencia es un momento vital que de por sí lleva a tener unas condiciones psicológicas muy determinadas. Pero, “si los desarreglos que sufren afectan más allá de la normalidad, hay que valorar la situación exactamente igual que si fuera un adulto o un niño”, comenta Daprá. “Teniendo en cuenta la etapa vital que está pasando un adolescente, este puede desajustarse o no, sin que esto tenga que ver con la adolescencia en sí”. Según UNICEF, el 14% de los adolescentes de todo el mundo tiene problemas de salud mental.
- Mito 4: Mostrar tener una vida plena y muchos amigos hace que no se padezcan problemas de salud mental. “Ojalá fuera así, pero estos factores no aseguran que una persona no se pueda deprimir”. De hecho, hay personas que lo tienen “todo” y sufren depresión, porque a veces no tiene que ver con la vida que vives, “sino con cómo me vivo interiormente y cómo me vivo exteriormente, lo que a veces se puede desajustar”, explica la psicóloga. Este trastorno es el resultado de una compleja interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos.
- Mito 5: Una mala crianza es la causa de los problemas de salud mental. Aquí la respuesta es variable. En algunos casos podrá ser causa, como en casos de maltrato, pero en el resto de situaciones, no tiene nada que ver, además hay muchos otros factores externos que pueden afectar a una persona. “Si lo que falla es cómo afrontamos situaciones o cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con el exterior, nada tiene que ver con la crianza”. En este caso lo que falla es que “la propia persona no está poniendo en práctica las estrategias que en ese momento le son útiles”, concluye Daprá.