Cómo cuidar de los trastornos gastrointestinales de los niños en estas fiestas

Las Navidades están a la vuelta de la esquina. Una época del año muy esperada por muchos y, en especial, para los más pequeños. Sin embargo, el exceso de dulces, las comidas copiosas y la ingesta de bebidas azucaradas o con gas hacen que los menores se resientan de digestiones pesadas y puedan acabar traduciéndose en la aparición de problemas gastrointestinales.

“Los trastornos gastrointestinales en los niños son muy habituales en todas las épocas del año y mucho más en Navidad”, explica la doctora María Jesús Pascual, pediatra en Centro Creciendo Madrid. “Durante las Navidades tanto adultos como niños cometemos excesos, ya que consumimos demasiados dulces, las comidas son más abundantes de lo habitual, alteramos nuestras rutinas y nos relajamos con las ‘normas’ por las fechas en las que nos encontramos. Por todo ello, como no puede ser de otra manera, surgen los problemas digestivos”.

Según explica la doctora Pascual, la mayoría de los cuadros digestivos consisten en dolor abdominal, diarrea o vómitos. “Por ello, es muy importante mantener al niño bien hidratado, con agua y soluciones de suero comerciales disponibles en farmacias, sin forzar la alimentación”.

Consejos para cuidar la salud intestinal de los pequeños

Los trastornos gastrointestinales, según datos del grupo Farmasierra, empresa farmacéutica española, afectan a un 32,4% de la población menor de 16 años, y el dolor abdominal causado por estos trastornos supone hasta un 24% de las consultas pediátricas, sobre todo, en los servicios de urgencias durante el día de Navidad o el primer día del año, interfiriendo de forma importante con la calidad de vida del niño y de su familia.

Para que las comidas navideñas no afecten a la salud intestinal de los más pequeños, la doctora Ana Ortiz, gerente del Área de Salud de Grupo Farmasierra, ofrece una serie de recomendaciones:

• Comer despacio para ayudar a la digestión. Al masticar bien los alimentos, llegan al estómago mucho más triturados, lo que provoca que gastemos menos energía al digerirlos.

• Dulces navideños, pero con moderación. En la medida de lo posible, debemos procurar que los dulces típicos navideños sean caseros o artesanales, idealmente con bajo contenido en aceite y sin lactosa.

• Evitar las bebidas azucaradas o con gas. Es importante concienciar a los más pequeños sobre la importancia de beber suficiente agua y evitar otro tipo de bebidas que afecten a su tránsito intestinal.

• Dormir y descansar las horas adecuadas.

• Mantener los horarios habituales de las comidas. De la misma manera que debemos intentar mantener los horarios de descanso, los de las comidas son igual de importantes

• Controlar las cantidades y evitar grasas y fritos.

Las alergias y las intoxicaciones también importan

En estas fechas tan señaladas, no solo hay que tener en cuenta los problemas gastrointestinales; las alergias y las intoxicaciones también están a la orden del día. “Son fechas en las cuales pueden existir con mayor frecuencia algunas intoxicaciones alimentarias, ya que, aparte de que puedan ser alimentos más fácilmente contaminables, se preparan para familias enteras y hay que tener el especial cuidado tanto en la conservación, como en la preparación y manipulación de los alimentos, ya que en estas ocasiones los virus, las bacterias y los parásitos están al acecho”, explica la doctora Pascual. “Por otro lado no hay que olvidarse de las alergias alimentarias; pescado, marisco o frutos secos, entre otros, son alimentos típicos de estas fiestas y, a veces, los más pequeños ni siquiera han entrado en contacto con ellos. En estos días en los que todos andamos ‘locos’ con el trabajo, las compras y las fiestas no podemos olvidarnos que algunas alergias pueden ser muy graves y hay que tener mucho cuidado para evitar el contacto de los más pequeños con alimentos potencialmente alergénicos”.

En definitiva, la doctora Pascual explica que, en estas fiestas, “es muy importante estar pendientes de nuestros niños, vigilantes a lo que pueden o no comer”. Además, es fundamental seguir las medidas de higiene a la hora de preparar los alimentos para evitar intoxicaciones, lavándonos las manos, las frutas y verduras, no preparar de más ni hacerlo con demasiado tiempo, mantener la temperatura correcta de los alimentos tanto en la conservación como en la preparación, evitar contaminaciones cruzadas, por ejemplo en niños con enfermedad celíaca, evitar y tener mucho cuidado con los potenciales alérgenos de los comensales, así como evitar cometer excesos para tener digestiones más saludables. “El tubo digestivo es nuestro amigo, si le tratas bien te trata bien”, concluye.

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