Por Juan García
24 de abril de 2025Los discursos que cuestionan la evidencia científica campan a sus anchas por redes sociales y otros canales, sirviendo de caldo de cultivo para la proliferación del discurso antivacunas. Aunque España parte de una posición ventajosa respecto a otros países de nuestro entorno en cuanto a aceptación y confianza en las inoculaciones, la desinformación se ha convertido en una gran barrera para trasladar mensajes de prevención y concienciación sobre la salud pública.
En un encuentro organizado por Pfizer y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), expertos del sector sanitario y los medios de comunicación han puesto en común sus ideas sobre cómo se puede trabajar para reforzar las tasas de vacunación y combatir los discursos que las cuestionan.
En un contexto en el que la población española acusa un envejecimiento cada vez más marcado, la aparición de enfermedades crónicas y el debilitamiento de la salud asociado a la edad convierten a la vacunación en una asignatura prioritaria para la salud pública. Así lo ha destacado el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, el doctor Ángel Gil, quien ha hecho hincapié en la importancia de la inmunización en personas mayores. Además de frente a los virus estacionales (gripe, Covid y virus respiratorio sincitial), hay otra serie de amenazas frente a las que se recomienda la vacunación, como la bacteria del estreptococo. El doctor Gil ha resaltado que el objetivo de inmunizar a los mayores responde a la necesidad de “dar un estímulo al organismo en la edad adulta para evitar enfermedades de gravedad”.
A pesar del mayor grado de aceptación que tiene la población española sobre la vacunación, estas tasas siguen estando por debajo de los objetivos marcados por la OMS en el caso de la gripe. España se queda en poco más de un 60% de la población diana cubierta durante las campañas de vacunación, frente al 70% recomendado. El doctor Gil ha apuntado que la sensación de “relajación” frente a enfermedades que se dan por controladas es uno de los principales problemas que dificultan la mejora de la prevención a través de las vacunas.
En esta línea, la médica de familia Isabel Jimeno, ha reconocido que esta “relajación” es una “asignatura pendiente” también entre los profesionales sanitarios, entre quienes también es necesario mejorar las tasas. Para ello, la doctora ha apuntado la responsabilidad compartida entre los propios profesionales y la administración para concienciar sobre la importancia de las vacunas, algo que considera que debería trasladarse desde el periodo formativo. “Nuestros planes de estudios no te cuentan la importancia de las vacunas, lo aprendes en el centro de salud”, ha señalado la doctora. Por ello, ha recalcado la conveniencia de diseñar campañas y mensajes que “incentiven” la vacunación de los sanitarios. La doctora no es partidaria de la obligatoriedad, en la medida que genera “rechazo”, sino más bien de “convencer con mensajes claros y concisos”.
En esta línea, la enfermera comunitaria y presidenta de la Asociación Canaria de Enfermeros en Vacunas, Begoña Reyero, ha destacado la necesidad de diseñar “nuevas estrategias” que respondan a la sociedad actual. Reyero ha defendido la importancia que juegan las instituciones locales, como ayuntamientos, residencias de mayores y colegios para hacer “promoción de la salud”. En definitiva, considera necesario reorientar el discurso sanitario sobre la vacunación para promover “la prevención por encima de la curación y el tratamiento”.
A propósito de las nuevas formas de hacer que estos mensajes lleguen a la sociedad, la presidenta de ANIS, Grazziella Almendral, ha hecho hincapié en la necesidad de combatir la desinformación, entendiéndola como “algo más complejo que el concepto de bulo”. Almendral ha sostenido que, frente a los discursos que cuestionan la ciencia, no basta con “responder con la evidencia, sino que hay que buscar la emocionalidad”. Por ello, apuesta por la unión de profesionales sanitarios y de los medios de comunicación para “dar un paso más” en concienciar a la ciudadanía. En este sentido, la doctora Jimeno ha apuntado que “más que combatir a los antivacunas, lo que tiene sentido es tratar de llegar a la población que no llegamos con mensajes concisos”.