Por Virginia Delgado
3 de septiembre de 2024Septiembre es el mes de la vuelta al trabajo, al cole, en definitiva, a la rutina que dejamos cuando nos fuimos de vacaciones. Sin embargo, algo tan sencillo como recuperar la normalidad es, para algunos, todo un trauma que les llega a generar tristeza, hastío, ansiedad, estrés, angustia, debilidad e incluso crisis vital. Unos síntomas que llevan a padecer lo que se conoce como síndrome postvacacional y que, según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), afecta a un 15% de los adultos.
¿Qué hacer cuando el proceso de adaptación a la vida activa fracasa? ¿Cómo evitarlo? ¿Cuáles son las claves para volver a nuestros hábitos laborales sin que afecten a nuestra salud y estado de ánimo? Los expertos coinciden en que se ha de volver a la rutina de forma progresiva; priorizando tareas y dejando las decisiones importantes para más adelante. “No hay que retomar las actividades de golpe porque el cambio puede resultar dramático o catastrófico”, ha explicado la doctora Ana Ortiz, gerente del área de Salud del Grupo Farmasierra. También, aconsejan dormir entre siete y ocho horas por las noches para manejar el estrés. “Además, para controlarlo son recomendables las técnicas de relajación y respiración, e incluso pensar en los mejores momentos de tus vacaciones”, ha manifestado Julio García Gómez, experto en gestión de talento y desarrollo profesional de la Fundación Casaverde, compañía especializada en rehabilitación neurológica.
La liberación de endorfinas (hormonas del bienestar) que provoca el ejercicio hace que su práctica sea importante en las personas que padecen el síndrome postvacacional. Asimismo, deben prestar atención a una alimentación equilibrada. “Una dieta rica en fibra, probióticos y prebióticos puede favorecer una microbiota saludable, contribuyendo a un mejor equilibrio emocional”, ha añadido la doctora Ortiz.
Lo bueno de este trastorno es que es transitorio; dura unos días, como mucho, 15. Además, si a los consejos dados se le unen el no tener pensamientos obsesivos o negativos y no rodearse de compañeros con comentarios tóxicos, será una mera anécdota.