El chupachups inteligente que sustituirá a las analíticas

María tiene que llevar a su hija Sara al médico, pero se teme que le van a mandar una analítica de sangre, ya que creen que la niña puede sufrir celiaquía. Sabe que va a ser un momento incómodo porque a Sara no le gustan nada los pinchazos. ¿A qué niño le gustan?

Pero al llegar a la consulta, una doctora le da un chupachups y le dice a Sara que lo “chupe” durante tres minutos, incluso le da a elegir sabor. Tras esos tres minutos, la doctora introduce el caramelo en una cajita que tiene un display y la doctora le dice a María que, efectivamente, Sara tiene celiaquía.

Esta escena podría ser una realidad a finales de 2024 si el The Smart Lollipop, el caramelo “que tiene dentro un laboratorio”, según su propio slogan, sale a la luz próximamente y se puede empezar a usar en hospitales y en farmacias para niños y adultos. Diana Ballert, CEO de  The Smart Lollipop, empresa que está detrás de este innovador dispositivo, nos cuenta las características de este caramelo : “El Smart Lollipop es un dispositivo médico, basado en un caramelo inteligente, que diagnostica enfermedades con una muestra de saliva y luego digitaliza los resultados a una plataforma on line sin necesidad de hacer una analítica de sangre, siempre que podamos tener el resultado en saliva”.

Los dos primeros diagnósticos que puede proporcionar el The Smart Lollipop son de hipercolesterolemia y celiaquía, dos enfermedades muy prevalentes entre los niños, de hecho “el 21% de los menores en España tienen colesterol alto (hipercolesterolemia) pero no lo saben, porque precisamente los pediatras suelen evitar mandar analíticas a los más pequeños. Sin embargo, el screening de colesterol es una prueba obligada”, afirma Ballart.

¿Cómo funciona?

Las ventajas de este nuevo sistema de diagnóstico, además de evitar el pinchazo a los pacientes, son entre otras la rapidez del diagnóstico. “El análisis de saliva es un método muy bueno y eficaz y se evitarían, además de los pinchazos, traslados de las muestras hasta los laboratorios y el trabajo de un técnico de laboratorio”. Con el  The Smart Lollipop solo es necesario el caramelo, el paciente y el técnico de cribado, que puede ser el médico o el farmacéutico. De hecho, podría “sustituir al análisis de sangre”. El funcionamiento del The Smart Lollipop es sencillo: durante tres minutos, el niño chupa el caramelo que está lleno de agujeros que recogen la saliva del paciente y la lleva hasta el palo que incorpora un biosensor. Este biosensor recoge la información y, una vez que el caramelo se introduce en un lector óptico universal, lee los resultados, da el diagnóstico y lo manda a una plataforma on line, donde el médico lo interpreta.  Este proceso de lectura y diagnóstico solo dura diez minutos. Es una forma muy rápida de diagnóstico y no falla. Según Ballart, “recoger una muestra completa y suficiente de saliva no es fácil, y menos para un niño, así que con el caramelo el menor está proporcionando la saliva suficiente mientras disfruta de un sabroso caramelo”.

El proyecto comenzó a idearse en 2017 y se presentó en el "Ifest Dream Big Challenge Innovation" de Barcelona, donde el dispositivo consiguió el premio de Ideación. A partir de ese momento, y gracias a subvenciones públicas y privadas, su creadora Diana Ballart, experta en invención disruptiva, y sus socios, el pediatra Roger García y Lorena Toda, experta en comercialización de dispositivos médicos, pusieron en marcha el proyecto. “Estamos en pleno desarrollo del The Smart Lollipop y el año que viene empezamos con los ensayos clínicos en hospitales. Con todo el proceso regulatorio de por medio, estimamos que podremos salir al mercado a finales de 2024”.

“El laboratorio en un caramelo” es el lema de esta innovación médica, que puede abrir muchas puertas para diagnosticar de forma rápida y segura todo tipo de enfermedades que se puedan cribar mediante la saliva. “No ha habido un solo día en el que hayamos dudado del éxito de The Smart Lollipop”, asegura Ballart. Un dulce éxito está asegurado.

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