Por Virginia Delgado
14 de mayo de 2024El cáncer de ovario es el cuarto más común en las mujeres y supone el 3% de los tumores malignos. Según la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), que publica la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), durante 2024 se diagnosticarán más de 3.700 casos en nuestro país.
Se ha comprobado que el índice de supervivencia de las afectadas se duplica si se diagnostica en fases iniciales. Sin embargo, su detección en estos momentos es bajo. “Sólo un 25% de los casos se detecta en la etapa inicial porque no existen pruebas específicas para ello”, señalan expertos en Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla.
Por esta razón, y por ser un cáncer que no suele producir síntomas en sus comienzos, las pruebas ginecológicas rutinarias resultan clave en la detección precoz. "El 70% de las pacientes se diagnostican en fases avanzadas de la enfermedad y, normalmente, presentan sintomatología inespecífica con dolor, distensión abdominal y digestiones pesadas. También puede hacer sospechar la acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), la sensación de llenado gástrico rápido o tener una masa abdominal palpable”, explica José Antonio Vargas, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital sevillano.
Existen varios tipos de cáncer de ovario. Los más frecuentes son los carcinomas epiteliales, que se producen en las células que recubren la superficie externa del ovario. “Representan el 85-90% del total de casos detectados y tanto este como los otros tienen tratamiento”, añaden desde el centro hospitalario.
Las herramientas con las que cuentan los facultativos son cada vez mayores para tratar el tumor en estadios tempranos y avanzados. Y es que los avances médico-quirúrgicos están siendo muy importantes. "Es decisivo la derivación de estos cánceres a centros hospitalarios que dispongan de unidad de ginecología oncológica, donde poder tratarlos adecuadamente por un equipo experimentado de ginecólogos expertos en oncología médica y quirúrgica", subraya el doctor Vargas.
Dos de los aspectos que el doctor Vargas considera que han de ir de la mano con el tratamiento son el servicio de enfermería y la sociabilización. Así, subraya que la participación del primero es de gran valor, ya que actúa en todos los niveles de actividad terapéutica de la paciente. En cuanto al otro factor, el doctor insiste en que las afectadas no deben perder contacto con familiares, amigos o compañeros, porque “juegan un importante papel en su bienestar psicológico”.