Por Gema Puerto
20 de junio de 2023La combinación del alcohol con bebidas energéticas se asocia a un aumento de conductas de riesgo y a un mayor consumo de alcohol, además de acarrear numerosos problemas de salud, especialmente entre la población joven. Es lo que se desprende de un estudio, que revisa de forma sistemática más de 50 investigaciones, realizado por Ernesto Tarragón, investigador principal del grupo de investigación psicobiología fundamental y aplicada de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Las bebidas energéticas contienen ingredientes como la sacarosa, cafeína, vitaminas del grupo B y taurina, además de otros aditivos que, mezclados con las bebidas alcohólicas, están siendo investigados por sus efectos negativos en la salud. Según declaraciones de Ernesto Tarragón a Europa Press, “las bebidas energéticas y el alcohol tienen muchos componentes que afectan al sistema nervioso central y hay que seguir investigando cómo afectan si se consumen de manera conjunta”.
La conclusión más consistente sobre la mezcla de estas dos bebidas es que el consumo de alcohol aumenta, bien porque la cafeína tiene un estimulante o porque el azúcar mitiga y endulza el sabor. Sin embargo, "hace falta mucha más información, no solo a nivel experimental ni de investigación, sino por parte de los productores de bebidas que han de ofrecer más información sobre este producto".
La ingesta de cafeína, que se encuentra en las bebidas energéticas, también "produce un efecto psicoactivo, estimulante, que genera un estado de alerta y disminuye el efecto narcótico del alcohol, lo que hace que te mantenga despierto durante más tiempo para seguir consumiendo. Esto puede conllevar otros efectos asociados, como el aumento de la presión arterial y el insomnio", señala el investigador. De hecho, parte de los resultados obtenidos en distintas pruebas indican que el consumo general de alcohol al final de una sesión aumenta cuando se añaden bebidas con cafeína a la mezcla.
Ernesto Tarragón destaca que "estos efectos en el sistema nervioso central pueden ser especialmente perjudiciales para las personas que no tienen del todo formada la corteza prefrontal".
Además, el investigador añade que "la autoadministración de bebidas energéticas con alcohol está vinculada al consumo de alcohol en mayores cantidades, lo que pone de relieve el peligro que puede suponer esta combinación para desarrollar conductas adictivas".