Por Julia Porras
9 de mayo de 2023Más de 4,5 millones de mujeres y bebés mueren cada año en el mundo durante el embarazo, el parto o las primeras semanas después del nacimiento, lo que equivale a una muerte cada siete segundos, en su mayoría por causas prevenibles o tratables si se cuenta con la atención adecuada. Estos son los datos que se desprenden del informe de la ONU ““Mejorando la salud y la supervivencia materna y neonatal y reduciendo la mortinatalidad”. Del total de estos fallecimientos, 290.000 corresponden a las madres, 1,9 millones a mortinatos (bebés que mueren después de las 28 semanas de embarazo) y 2,3 millones a recién nacidos que fallecen durante sus 28 primeros días de vida (muertes neonatales). Además, según el informe, la prematuridad es ahora la principal causa de todas las muertes de menores de cinco años en todo el mundo.
Sin embargo, las medidas para reducir las muertes de mujeres embarazadas, madres y bebés se ha estancado desde 2015 debido, entre otras causas, a la disminución de las inversiones en salud materna y neonatal, a la pandemia de la Covid y al aumento de la pobreza y de las crisis humanitarias, según el informe de las Naciones Unidas (ONU).
“Las mujeres embarazadas y los recién nacidos continúan muriendo a tasas inaceptablemente altas en todo el mundo, y la pandemia de la Covid ha creado más contratiempos para brindarles la atención médica que necesitan”, ha comentado el doctor Anshu Banerjee, director de Salud Materna, Neonatal, Infantil y Adolescente y Envejecimiento en la OMS. “Si queremos ver resultados diferentes, debemos hacer las cosas de manera diferente. Ahora se necesitan más inversiones, y más inteligentes, en atención primaria de la salud para que todas las mujeres y los bebés, sin importar dónde vivan, tengan las mejores posibilidades de salud y supervivencia”.
Para aumentar las tasas de supervivencia, las mujeres y los bebés deben contar con una atención médica asequible y de calidad antes, durante y después del parto, así como con el acceso a servicios de planifivcación familiar. Sin embargo, según las tendencias actuales, más de 60 países no están preparados para cumplir los objetivos de reducción de la mortalidad materna y neonatal propuesto por la ONU para 2030.
Un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en “The Lancet”, ha estimado que, con solo diez medidas sencillas y asequibles, se podría evitar la muerte de un millón de bebés en 81 países de ingresos bajos y medios y se podría conseguir que más de cinco millones de bebés no nacieran prematuros. Ocho de esas medidas son intervenciones prenatales como tomar suplementos de micronutrientes, tomar suplementos equilibrados de proteínas y energía, administrar a las embarazadas dosis bajas de aspirina, aplicar progesterona por vía vaginal, educación para dejar de fumar, prevención de la malaria, tratamiento de la bacteriuria (bacterias en la orina) y tratamiento de la sífilis. Estas medidas podrían evitar la muerte de 566 mil mortinatos al año. Las otras dos medidas, los corticosteroides prenatales y el pinzamiento tardío del cordón, evitarían 476 mil muertes neonatales al año.
De acuerdo con la OMS, implementar todas estas iniciativas costaría alrededor de 1.1 mil millones de euros en 2030.