Por Juan García
14 de abril de 2025El nuevo procedimiento propuesto por el Ministerio de Sanidad para la financiación pública de medicamentos, denominado sistema de precios seleccionados, está en el centro de la discordia del anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios. Desde el Ministerio han defendido su propuesta de crear un sistema de precios seleccionados para financiar medicamentos con fondos públicos, aunque muestran su disposición a estudiar las propuestas que trasladen desde la industria farmacéutica.
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha defendido la norma frente a las críticas vertidas por la industria farmacéutica desde que se hiciera público este documento, desde donde advertían de que el nuevo sistema ponía en riesgo el “tejido de producción” de la industria y podría agravar los problemas de abastecimiento. “De los 146 artículos que recoge la ley, solo uno parece ser foco de controversia”, ha señalado Padilla, al tiempo que lo reseñaba como una “buena noticia”.
No obstante, otros artículos, como el reconocimiento de la prescripción por parte de enfermeros y fisioterapeutas o la capacidad de los farmacéuticos de sustituir fármacos también han despertado recelos en el sector sanitario. A propósito del enfrentamiento entre asociaciones y colegios de médicos y enfermeras por la prescripción, Padilla ha evitado entrar en “esas cuitas”, aunque ha confirmado que será un elemento que mantendrán en la ley. El secretario de Estado ha defendido que esta medida viene a “normalizar” y “reconocer una realidad existente para darle cobertura jurídica” a unas prácticas de prescripción que, dentro de las competencias de las enfermeras, ya se dan de forma cotidiana, ha argumentado.
Entre las críticas de la industria farmacéutica tras conocerse el anteproyecto de ley, las patronales del sector instaban al Ministerio a “reconducir” la norma en línea con lo pactado en la estrategia de la industria farmacéutica por considerar que se alejaba de ese camino. Desde Sanidad, el director general de Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, César Hernández, ha respondido que esta ley es “plenamente coherente con la estrategia”, aunque tanto él como Padilla han mostrado la disposición de su departamento a debatir e incorporar propuestas.
A este respecto, Padilla ha reprochado al sector la falta de concreción sobre cómo defienden abordar la reforma del sistema de precios: “Este ministerio funciona muy bien en el diálogo con un marco propositivo. La oposición sin concretar hacia dónde quieren ir hace bastante complicado el proceso negociador”. Sobre estas críticas, ha señalado que "todo lo que ocurra en un contexto de negociación tiene una parte de real y una parte de actuación para ganar poder de negociación".
Hernández ha defendido que la nueva legislación pretende “crear un ecosistema donde la innovación tenga cabida, así como la producción de proximidad y autonomía estratégica”.
Desde la industria mostraron su temor sobre cómo el sistema de precios seleccionados iba a perpetuar las presiones sobre el precio de los medicamentos, agravando los problemas de suministro y la sostenibilidad de las cadenas de suministro. Frente a ello, Hernández ha aclarado que este sistema va dirigido al momento en el que entran los genéricos y biosimilares en el mercado, en busca de “fomentar la competencia de forma natural sin ser intervencionista” para aumentar la penetración de estos fármacos.
Hernández sostiene que el sistema actual no genera competencia porque conduce a “apretar siempre las mismas tuercas” fomentando la continua bajada de precios que lleva a ciertos medicamentos a estar “muy por debajo de la rentabilidad de producción”. Hernández ha señalado que el nuevo sistema de precios seleccionados está diseñado para el momento posterior a la pérdida de patente de un fármaco innovador y que, en los casos en los que la presión a la baja lleva a estos problemas de suministro es “en otra fase del ciclo de vida del medicamento”. En estos supuestos, Hernández ha señalado que la nueva ley destina recursos para permitir subidas de precio sobre los medicamentos críticos.
Además, ha defendido que el sistema de precios seleccionados “favorece la posibilidad de que se tengan en cuenta otros aspectos además del precio”. El objetivo es proteger mejor “la industria nacional y europea sin caer en prácticas anticompetitivas y mantener un suministro continuo sin vaivenes de mercado”.
Padilla ha descartado que el sistema propuesto sea “una subasta” ya que no hay “exclusividad del proveedor ni ningún otro elemento de este tipo”, instando a no analizar esta propuesta “introduciendo elementos del pasado”. "Es un procedimiento para incentivar la competencia en contextos de precios que están por arriba, y que esto va dirigido principalmente a los precios altos en los momentos iniciales, especialmente de la competencia", ha subrayado.
Los recelos de la industria farmacéutica venían por la revisión cada seis meses del precio de los medicamentos, que temen que se traduzca en revisiones sistemáticas a la baja que terminen por ahogar los márgenes de las compañías productoras, como ya sucede en muchos casos. Esta falta de rentabilidad, Hernández la achaca a la baja penetración de genéricos y biosimilares, por lo que defiende que esta norma busca permitirles ganar “volumen" de producción y cuota de mercado para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de la producción.
A este respecto, desde Sanidad se muestran “abiertos a explorar cualquier tipo de posibilidad para mejorar la competitividad del sector. Concretamente, Padilla ha apuntado una de las propuestas que les han trasladado del sector, como es la reducción del tiempo durante el cual las compañías realizan ofertas ciegas para entrar dentro de la horquilla de precios seleccionados que establece Sanidad. “Está sobre la mesa y nos hemos abierto a estudiarlo”, ha señalado el secretario de Estado.