Por Europa Press
20 de febrero de 2024Un reciente informe de la Comisión Europea concluyó que tan solo un 20% de los influencers que realizan actividad publicitaria de pago, la señalaba de forma correspondiente ante su audiencia. La preocupación a nivel europeo por el negocio de estas celebridades de internet y su uso conflictivo de mensajes publicitarios, se ha traducido en una iniciativa legislativa a nivel nacional que está en proceso de consulta.
El Ministerio de Sanidad tiene intención de aplicar restricciones, en caso de que sea necesario, a los mensajes publicitarios de productos sanitarios realizados por profesionales, influencers o bloguers, con el objetivo de "proteger y promover" la salud del paciente y del usuario. Así lo indica el proyecto de real decreto en el que se regula la publicidad de los productos sanitarios y que el Ministerio de Sanidad ha sometido a audiencia pública, hasta el 8 de marzo, para que personas y entidades realicen sus aportaciones para la elaboración del texto.
La futura ley prohibirá que la publicidad de productos induzca a error al usuario o al paciente en cuanto a la finalidad prevista. Del mismo modo, evitará que esta publicidad sea engañosa o desleal. Además, se sancionará que la publicidad atribuya funciones al producto que no posean y cuando se proporcionen expectativas de éxito asegurado.
El proyecto de real decreto busca controlar la publicidad "a fin de que se ajuste a criterios de veracidad en lo que atañe a la salud". Para ello, se nutrirá de normativas de la Unión Europea con el objetivo de evitar atribuir al producto funciones y propiedades que no posee; crear una falsa impresión sobre el tratamiento o diagnóstico o no informar al usuario sobre los posibles riesgos que conlleva su utilización.
El documento señala que serán las comunidades autónomas las que tengan "las competencias del control de la publicidad", por lo que será necesario "una autorización previa de la publicidad por la comunidad autónoma correspondiente".
El proyecto de real decreto señala que los productos sometidos a la futura ley son los oftálmicos, como lentes de contacto, soluciones oculares, lágrima artificial y gafas. Además, afectará a productos dentales y bucales: productos para la fijación, limpieza y desinfección de prótesis dentales, para el tratamiento trastornos bucales y labiales con mecanismo oclusivo.
También están incluidos los productos nasales, respiratorios (cámaras de inhalación y nebulizadores), del oído (soluciones salinas), material de cura (algodones y guantes), dolor (productos efecto frío-calor), afecciones dermatológicas (tratamiento de verrugas), incontinencia y osteomía (bolsas), aparato genito-urinario (lubricantes), medición de parámetros (tensiómetros), productos de ortopedia (calzado), instrumentales (jeringas) y láseres (láser de foto depilación).
Asimismo, afectará a productos de autodiagnóstico no sujetos a prescripción, como por ejemplo: los de fertilidad, embarazo, VIH, test de detección Covid-19 y test para la determinación de la glucemia.