Suprimir los conciertos con la privada es inviable, según Carlos Rus (ASPE)

No ha habido rectificación por parte del ministerio de Sanidad tras las polémicas declaraciones de Mónica García el pasado viernes mediante las que aseguraba que "la privatización sanitaria está vinculada con el aumento de la mortalidad evitable y con el empeoramiento de la calidad en la asistencia sanitaria". Unas declaraciones cuyas reacciones por parte de ASPE, la Alianza de la Sanidad Privada Española, no se hicieron esperar, tildándolas de “malintencionadas y gratuitas” y sin “el menor rigor científico contrastado”.

Medicina Responsable ha hablado con Carlos Rus, el presidente de ASPE, quien ha destacado que “creemos que la ministra se ha basado en un informe presentado el pasado mes de marzo por la universidad de Oxford en el que se analizaron los efectos de la externalización de los servicios de salud británicos con empresas privadas”. Al final de este informe se concluye que esta subcontratación había resultado en un aumento de la tasa de mortalidad evitable de un 0,38% por cada 100.000 habitantes.

Si esto es así, afirma Rus, “la ministra está demostrando un gran desconocimiento porque, de hecho, “ya existen modelos en España de colaboración público-privada que funcionan, véase por ejemplo la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, que es uno de los hospitales mejor valorados”.

Sin duda, concluye Rus, la ministra “quiere sacar una ley en la vía de prohibición del modelo concesional, lo que es absolutamente inviable para todas las comunidades autónomas que ahora mismo lo están usando en sus sistemas de salud”.

Otras opiniones 

En la misma línea, Juan Abarca Cidon, presidente en el grupo HM Hospitales, ha destacado en  su perfil de la red social Linkedin que “la colaboración público-privada es obviamente inevitable y deseable, porque además nuestro modelo sanitario reparte los recursos en una relación del 60/40 entre la Administracion y la empresa privada”. Y lo es por varias razones. “Al sector privado, es obvio que le sirve para poder incrementar su actividad y por tanto su facturación, pero también le sirve para mirar más allá de los resultados económicos y priorizar el servicio y las prestaciones para parecerse al sector público en cuanto a la calidad asistencial”, apunta Abarca. Por otro lado, para el sector público esto es importante porque le aporta competitividad para que trate de ser lo más productivo posible”.

En todo caso Abarca se reafirma en su idea de que esta colaboración es “inevitable” puesto que “el imparable deterioro del sistema público y la parálisis de nuestras autoridades para introducir reformas en el mismo, han conseguido que esta colaboración sea necesaria y rápida, sobre todo por el bien de los pacientes”.

 

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