Por Santiago Melo
22 de septiembre de 2025El Gobierno quiere dar un paso más en la protección de la salud infantil con una nueva medida para limitar la publicidad de alimentos insanos dirigida a menores. Así lo ha anunciado el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, durante una visita al colegio Ana Soto de Albacete, donde ha defendido la necesidad de reducir la exposición de los niños a este tipo de contenidos publicitarios.
Según los datos citados por el propio ministro, los menores en España están expuestos a más de 4.000 anuncios de comida insana al año, lo que equivale a una media de once impactos diarios. La mayoría de estos anuncios se emiten en horario infantil y están dirigidos a un público que, en muchos casos, ni siquiera distingue aún entre contenido informativo y publicitario. “Pueden imaginarse el impacto que tiene en la formación de hábitos nutricionales”, ha señalado Pablo Bustinduy.
La nueva iniciativa pretende restringir esta publicidad a través de una norma específica que aún se está diseñando. Aunque el Gobierno no ha confirmado si será un decreto u otra herramienta legal, sí ha asegurado que tomará como referencia experiencias similares ya implementadas en países como Reino Unido, Noruega o Portugal. “Aplicaremos el modelo que mejor funcione”, ha afirmado el ministro, quien también ha reconocido que es un sector “con grandes intereses en juego” y que habrá resistencias.
Esta medida llega tras la aprobación del Real Decreto sobre comedores escolares saludables y sostenibles, en el que el Ejecutivo estableció el derecho de todos los alumnos, independientemente de su origen social, a acceder a cinco comidas equilibradas al día. Ahora, el Ministerio de Consumo quiere extender ese enfoque a otros espacios clave como los medios de comunicación y las plataformas digitales, donde la publicidad ejerce una fuerte influencia en las decisiones alimentarias de los menores.
Bustinduy también ha adelantado que esta estrategia se aplicará más adelante en comedores de hospitales y residencias, fomentando una alimentación basada en productos frescos, de cercanía y sostenibles, en línea con los objetivos de salud pública y apoyo al sector primario.