Por Juan García
15 de abril de 2025La alimentación que sirven los comedores de colegios e institutos contará con una nueva regulación tras la aprobación del Real Decreto de fomento de la alimentación saludable y sostenible en centros educativos. Entre las principales novedades de esta norma se encuentran la prohibición de la venta de bollería y bebidas azucaradas y energéticas en estos centros, así como la limitación del consumo de ultraprocesados, alimentos precocinados y frituras, frente a la promoción de fruta, verduras y legumbres de temporada y de proximidad.
En palabras del ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, el objetivo de esta norma es “garantizar el derecho de los niños y niñas a una alimentación saludable y de calidad, independientemente de los recursos de sus familias”. El ministro ha sostenido que así buscan contribuir a la “equidad social y la igualdad de oportunidades”, reduciendo las “desigualdades en salud”.
La norma establece la promoción del consumo “diario” de frutas y verduras frescas, así como carnes, pescados y legumbres “de calidad”. Concretamente, establece que deberán servirse entre una y tres raciones de pescado a la semana en estos comedores y que el 45% de la fruta y hortalizas que se sirvan sean de temporada. Al mismo tiempo, limita el consumo de alimentos ultraprocesados y precocinados en los comedores escolares y prohíbe la venta de bebidas azucaradas, energéticas y productos de bollería en las máquinas expendedoras de los centros y cafeterías.
En esta línea, el RD también busca promover el “consumo de proximidad” con la inclusión de productos agrícolas de temporada de forma regular. Bustinduy ha justificado la pertinencia de esta medida para el fomento de la industria agrícola española “en un momento de turbulencia económica” por la crisis de los aranceles, por lo que pretende “conectar al campo y la huerta con los comedores escolares”. Por otro lado, la norma también incluye medidas medioambientales para reducir los envases, plásticos y residuos generados por estos comedores, en busca de un modelo “más sostenible y eficiente”.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha celebrado a través de un mensaje en su cuenta de la red social X la aprobación de esta normativa, destacando que “garantiza menús equilibrados y supervisados por nutricionistas”.
El ministro de Consumo ha hecho referencia a los datos arrojados por el último Estudio Aladino de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que muestran la incidencia de la clase social como factor determinante en la aparición de la obesidad. “Entre las familias con ingresos de menos 18.000 euros anuales, la prevalencia del sobrepeso entre menores es del 49%”, casi 20 puntos más que en el caso de las familias con ingresos superiores a los 30.000 euros anuales, ha destacado Bustinduy. En base a estos datos, el titular de Consumo ha defendido la necesidad de un modelo alimentario “más justo” en los colegios que cuide “los derechos de la infancia y la protección medioambiental”.
El ministro ha reconocido el “enquistamiento de los índices de pobreza infantil” en nuestro país, por lo que defiende que “actuar sobre la garantía del derecho a la alimentación tiene un impacto directo en las condiciones materiales de vida”. En esta línea, también ha mostrado la voluntad de su Ministerio de avanzar con otras medidas para favorecer la conciliación o el establecimiento de una “prestación universal por crianza”.
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha cargado contra el Gobierno central por impulsar mediante un real decreto las medidas de alimentación saludable en comedores escolares cuando debería ser un tema de educación. "El tener que ir con decretazos a regular lo que sería una educación en salud y en hábitos saludables es un poco triste", ha subrayado la máxima responsable de la Sanidad madrileña en declaraciones a los medios. "Lo fundamental, más que un decreto, es que la gente sepa cómo tiene que alimentarse, qué tiene que darles a sus hijos", ha remarcado.
La consejera madrileña ha recalcado que el Gobierno madrileño tiene "un control estricto en la alimentación de los menores y en eso se seguirá trabajando. "En las consultas del Niño Sano ya se trabaja en hábitos saludables para esta población y desde Salud Pública se trabaja en aquellos centros públicos donde hay menores que no se les dispensen, por ejemplo, bebidas azucaradas o bebidas con cafeína o alimentos procesados", ha explicado. En esta línea, Matute ha insistido en que, más que imponer mediante un real decreto, lo importante es educar para que se sepa "qué es lo saludable para comer", dar alternativas e informar a las familias. "Y, desde luego, tener todos los controles en los centros donde hay menores para que no se les dispensen alimentos que no son buenos para ellos ni tampoco para los adultos", ha indicado.
Al hilo, ha recordado que menores adultos tienen que tener "conciencia" de que bebidas azucaradas, bebidas con exceso de cafeína o alimentos procesados no son buenos para la salud, todo ello combinado, ha remarcado, con la práctica de deporte. "Menos decretos y menos regulación y menos prohibir y más educar para que de forma espontánea elijan lo que es mejor para ellos, para su salud y para no solo aumentar los años a la vida, sino que se aumente la vida a esos años y eso no puede ser de otra forma que teniendo una vida lo más saludable posible", ha zanjado.