
Por Medicina Responsable
1 de diciembre de 2025El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha anunciado que el Real Decreto para garantizar una alimentación saludable en hospitales y en residencias de mayores va a incluir la regulación de las máquinas de vending en estos centros, para que, al menos, el 80% de sus productos sean alimentos saludables. Así lo ha dado a conocer durante su participación en "Los Desayunos del Ateneo", celebrado este lunes en el Ateneo de Madrid.
Según ha manifestado el ministro, las máquinas deberán ofrecer agua, fruta fresca, yogures sin azúcares, zumos, frutos secos, panes integrales, "toda una serie de opciones saludables que pasarán a estar disponibles en centros de titularidad pública y privada".
El departamento de Pablo Bustinduy ha detallado, asimismo, que limitará los productos ultraprocesados o poco saludables, es decir, aquellos alimentos de formulación industrial compleja, con ingredientes transformados, aditivos y alto contenido en grasas saturadas, azúcares o sal, como algunos snacks, bollería industrial, bebidas azucaradas o galletas industriales, para que no puedan colocarse en las filas centrales y principalmente visibles dentro de las máquinas expendedoras.
El ministro ha argumentado que, en muchas ocasiones, cuando un ciudadano está en un hospital acompañando a un familiar, se encuentra con la "práctica imposibilidad" de encontrar una opción saludable. Son cosas, a su juicio, que pueden "parecer pequeñas" pero que son, a su vez, de "interés general" porque redunda en el derecho a una alimentación saludable.
La normativa establecerá también que las bebidas calientes ofertadas en máquinas de venta automática deberán dispensar el producto sin azúcar por defecto, pudiendo el usuario añadir una cantidad máxima opcional de 5 gramos. Además, se favorecerá el acceso al agua mediante la implantación de fuentes de agua en las instalaciones, adecuadamente señalizadas, que ofrezcan agua potable de forma gratuita. "Alimentarse no es ni puede ser un mero trámite, es una dimensión de nuestra vida social y cultural. Por eso, desde las instituciones públicas tenemos que desarrollar medidas para que el derecho a comer bien no sea un privilegio", ha subrayado el ministro de Derechos Sociales.
Finalmente, el ministro ha asegurado que la siguiente "batalla" será la regulación de la publicidad de alimentos no saludables dirigidos a la infancia. "Un niño o una niña de media ve once anuncios, solo en televisión, al día de productos no saludables", y ha defendido el "consenso" que existe en torno a la regulación de estas materias.
La semana pasada, el ministro de Consumo ya adelantó que ese mismo Real Decreto excluiría los alimentos ultraprocesados de las dietas infantiles de los centros sanitarios. “Vamos a garantizar menús saludables para estos niños y adolescentes”, explicó durante su participación en el taller del Plan de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para detener la obesidad, que se ha celebrado en el Ministerio de Sanidad. Una medida que Bustinduy afirmó que quieren ampliar a las cafeterías de los hospitales, aunque el texto completo se hará público “en las próximas semanas”.
Esta nueva normativa llega en un momento en el que múltiples organismos sanitarios y sociedades científicas han alertado sobre la creciente amenaza para la salud pública que supone el consumo de ultraprocesados. Sin ir más lejos, Unicef, The Lancet y la OMS presentaron un informe hace dos semanas que afirma que es un desafío que debe abordarse desde una perspectiva global. Además, en el caso de España, el consumo de estos alimentos se ha triplicado en los últimos 20 años, provocando así el aumento de patologías como sobrepeso, obesidad, grasa visceral, diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares, coronarias, cerebrovasculares o renales crónicas o depresión.
"El tema de los ultraprocesados está de actualidad desde la publicación del editorial en The Lancet, también con una comunicación de la Organización Mundial de la Salud, que identificaba precisamente el crecimiento exponencial de la presencia de los ultraprocesados en las dietas como una amenaza a la salud pública global", ha recordado Bustinduy. Por ello, ha instado a “erradicar la incoherencia” de que los hospitales los ofrezcan, ya que "son perjudiciales para la salud".