Por Nuria Cordón
24 de septiembre de 2025“El Estatuto Marco ha nacido muy mal”. Así de contundente se ha mostrado el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, durante un encuentro con periodistas en el marco de un seminario sobre el impacto del sector de la tecnología sanitaria en la economía española, organizado por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) en Toledo. Para Fernández Sanz, “todo lo que se ha dicho hasta ahora relacionado con el Estatuto Marco ha sido sin la intervención de las comunidades autónomas, que son las que tienen que ejecutarlo”.
De acuerdo con el consejero castellanomanchego, el más veterano de los que actualmente se encuentran al frente de la salud de las diferentes comunidades, “el estatuto debe tener, no la colaboración, sino la ejecución de las comunidades; se tiene que discutir con ellas y, después, llamaremos a los sindicatos. Por eso ha nacido mal”.
Aun así, para Fernández Sanz, el Estatuto Marco “es imprescindible”, por lo que ha felicitado a la ministra de Sanidad, Mónica García, por ponerlo encima de la mesa. No obstante, ha incidido en que se ha hecho “sin nuestra colaboración, sin nuestro conocimiento, generando que algunos sindicatos pidan un estatuto exclusivo, otros la negociación de las horas de guardia”. A este respecto, añade que “se les ha llamado para que discutan y, por supuesto, luchan por sus intereses, pero a nadie se le escapa que el aterrizaje del Estatuto no se va a producir por el Ministerio ni por los sindicatos, sino por las comunidades autónomas, que somos las que tenemos las competencias”. Por ello, según Fernández Sanz, “no vamos a permitir que se negocie con nadie sin nuestra participación”.
Para el consejero, el punto más importante de la negociación es la financiación, por lo que “no vamos a hacer ninguna mejora ni a aprobar el estatuto mientras no haya una financiación adecuada”, ha concluido.
El consejero ha hecho un repaso de la situación de la sanidad en la región recordando que es una comunidad de más de 80.000 Km2 con poco más de dos millones de habitantes, lo que supone una dispersión muy importante. Además, Fernández Sanz ha recordado que su comunidad es una de las más infrafinanciadas por parte del Ministerio debido a esa dispersión. Aun así, ha sacado pecho de su gestión desde el año 2002, cuando se produjeron las transferencias a las comunidades autónomas, “momento en el que Castilla-La Mancha partía de una situación de desventaja”, sobre todo tras la crisis, cuando se produjeron despidos de profesionales, una nula inversión tecnológica y la paralización de infraestructuras. “Desde ese año (2002) en Castilla-La Mancha estamos en una fase de recuperación”, ha explicado.
Uno de los índices que mejor toma la temperatura de la sanidad de las comunidades es del de las listas de espera y, según el consejero, también se ha conseguido un gran avance en los últimos años. “Estamos en 113 días de espera quirúrgica, 13 días menos que la media de España y en menos de 60 días en consulta de hospital, siendo la comunidad que menos espera tiene”. Con todo ello, en la actualidad, según el consejero, y gracias a una inversión de unos 800 millones de euros desde 2015, “estamos en un momento de proactividad, inversión tecnológica, recuperación… estamos en nuestro mejor momento”.
El esfuerzo que la comunidad ha hecho en ampliar y renovar su equipamiento tecnológico también ha sido importante estos últimos años. Por poner un ejemplo, de acuerdo con Fernández Sanz, en 2002 no había ninguna resonancia magnética y en 2015 ya teníamos el 60% de las que hay actualmente, pero todas con más de 10 años. “Hoy, el 100% de los centros la tienen con menos de 10 años”. Asimismo, ha continuado el consejero, “tenemos desarrollo de tecnología de imagen, hemos renovado el 100% de los laboratorios de todos nuestros centros, introducido la robotización, tenemos hemodinámica y medicina nuclear en todas nuestras provincias, también radioterapia y radiofísica. En definitiva, “hemos prestado mucha atención al diagnostico y tratamiento del cáncer”.
En el año 2025 termina el plan de salud que la consejería lleva años implementando y está trabajando en la nueva estrategia Salud 3.0 que culminará en 2030. “Es un giro completo con cinco tipos de salud”, ha explicado Fernández Sanz: “Salud de precisión (genómica con un plan integral contra el cáncer y enfermedades raras), inversión en salud, una salud de participación, en la que tenemos que salirnos de poner al paciente en el centro y tratar a la sociedad como responsable de su salud y, por último, una salud comunitaria vista como la salud de todos, no individual”.