“El objetivo final es transformar la sanidad en salud”, Jesús Fernández Sanz

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, defendió en una entrevista para Medicina Responsable la necesidad de una transformación del sistema sanitario encaminada a convertir “la sanidad en salud” como objetivo final. Así, aprovechó para desgranar su visión sobre los cambios que defiende para el sistema sanitario en su comunidad y también a nivel nacional, apostado por un modelo centrado en la prevención para “enfermar menos” y dejar atrás el actual enfoque “puramente asistencial”. 

Fernández Sanz asegura que, a pesar de haber conseguido “ser muy buenos en el manejo de enfermedades”, el Sistema Nacional de Salud sigue estando “muy centrado en la enfermedad”. Por ello, sostiene que “ha llegado el momento de hablar de no enfermar, de centrarnos en las personas”. En este sentido considera esencial apostar por los cuidados preventivos y promover los hábitos saludables para evitar enfermar, pensando en “los que ahora nacen y en los jóvenes, además de los que gozan de buena salud. No enfermar es básico y para eso hay que cuidarnos ya”. El consejero considera que así se conseguiría favorecer un envejecimiento saludable.

Para el consejero, el actual modelo “puramente asistencial” lleva a un acomodamiento en la atención a la enfermedad, cuando, por ejemplo, en el caso de la Atención Primaria, debería “estar más dedicada a la educación para la salud” frente a una formación de los profesionales actuales que es “puramente hospitalaria”.

Según las cifras que maneja el consejero sobre su comunidad, cerca de uno de cada cuatro usuarios del sistema sanitario en Castilla-La Mancha son pacientes crónicos que copan más del 80% de las consultas. Estas cifras, junto al reto al que se enfrentan en su comunidad por la marcada dispersión geográfica y la baja densidad poblacional, los ha llevado a priorizar el “tener más salud y enfermar menos”, a través de los distintos planes que se han puesto en marcha.

También ha querido destacar los avances que supone haber conseguido “cronificar enfermedades como el cáncer”, en muchos casos, o que las personas con diabetes tengan una “mayor calidad de vida”, pero considera que estos avances deben sumarse a una mejora en el aspecto preventivo, centrado en preservar la salud más que en la atención sanitaria para “reducir los efectos adversos de las enfermedades”.

 

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