Por Nuria Cordón
30 de septiembre de 2024La compra pública de tecnología sanitaria basada en valor es clave para el desarrollo de un sistema sanitario más efectivo y eficiente. Sin embargo, aun son varios los obstáculos a los que se enfrenta el sistema a la hora de adquirir equipamiento tecnológico que no tenga el precio como principal factor de decisión. Entre ellos, la resistencia al cambio, las dificultades y rigideces de los procesos de compra, los presupuestos estancos o la necesidad de mejorar la formación y profesionalización del personal implicado en los procesos.
Según José Soto Bonel, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), aunque en los últimos años “se ha puesto de manifiesto la necesidad de impulsar la compra pública basada en valor para garantizar la calidad y el acceso a la asistencia sanitaria por parte de los pacientes, así como la eficacia y la eficiencia de nuestro sistema sanitario, no son muchas las experiencias de éxito”.
Por esta razón, Sedisa, en colaboración con Johnson & Johnson MedTech España, ha elaborado el documento “Posicionamiento Compra Pública Basada en Valor en Tecnologías Sanitarias”, fruto del trabajo de una treintena de profesionales que han definido 24 retos y barreras, 28 soluciones y propuestas para hacer frente a los mismos, así como acciones para la creación de un plan de acción para la implementación de la compra pública basada en valor de las organizaciones sanitarias de nuestro país. “La realización de un plan de difusión de Compra Publica Basada en Valor (CPBV), la formación y coordinación de todos los agentes implicados, la creación de una estructura de Compras inteligente, la solución cultural y la solución metodológica son las cinco grandes propuestas para la realización de dicho plan de acción”, ha apuntado José Manuel Pérez Gordo, tesorero de Sedisa y Coordinador del Comité de Gestión Económica de SEDISA, durante la presentación del documento.
El directivo de la salud o gestor está, habitualmente, muy centrado en el precio, según Pablo Crespo, secretario general de Fenin, por lo que es importante cambiar a una cultura de medio-largo plazo: “Es importante definir qué modelo de Sanidad queremos tener a futuro. No podemos tener una tecnología del pasado en un sistema sanitario del futuro”. Aun así, Crespo ha reconocido “la compleja labor de los equipos de contratación y gestores sanitarios para adquirir todos los productos y servicios necesarios para el cuidado de los pacientes”. Por ello, “solo los modelos basados en valor aseguran el acceso de los profesionales sanitarios y los pacientes a las tecnologías innovadoras de calidad. Desde el Sector de Tecnología Sanitaria trabajamos con los gestores sanitarios para facilitar que se establezcan procedimientos de compra pública que valoren la calidad, los resultados en salud y la eficiencia”.
Para conseguir cambiar la dinámica de los procesos de compra dentro del sistema sanitario, según Pérez Gordo, es imprescindible “realizar un plan de difusión de Compra Pública Basada en Valor, formar a todos los agentes implicados en dicha materia, la creación de estructuras de Compras inteligente, fomentar la solución cultural y metodológica mediante sistemas para la medición y evaluación, incluso a través de la externalización o participación de agentes independientes y profesionalizados mediante contratos dentro del contrato”.
Lisa Hill, directora general de Johnson & Johnson MedTech España, ha destacado que “la compra basada en valor es una herramienta efectiva para acceder a tratamientos y productos que conducen a mejores resultados para los pacientes, mayor eficiencia y un impacto más amplio en la sociedad. Como empresa basada en la evidencia, reconocemos que un enfoque basado en el valor requiere evidencia científica sólida y riesgos financieros para demostrar el valor de forma eficaz. Esta colaboración con Sedisa en el desarrollo de un documento de consenso que se centra en impulsar la implementación de la comprar pública basada en valor en España, resalta la importancia de definir el valor, que representa el nivel de satisfacción de la necesidad que se busca cubrir en el sistema de salud.”
Desde Sedisa se ha impulsado el Sondeo de Percepción de la Compra Pública Basada en Valor en el que ha quedado reflejado que “casi el 82% de los directivos de la Salud afirma que su organización sanitaria está interesada en poner en marcha un sistema de gestión basado en Compra Pública Basada en Valor”, destacando que las áreas en las que se debe implementar en mayor medida es en el diagnóstico de equipos médicos, tecnologías de alto impacto, medicamentos, el material quirúrgico y los servicios generales. “La Compra Pública Basada en Valor trae consigo una mayor eficiencia, acceso a la innovación, satisfacción del paciente y la mejora de los resultados en salud. Sin embargo, para implementarlo se deben afrontar diferentes barreras como el desconocimiento, la adaptación a la Ley de Contratos del Sector Público, la Resistencia al cambio y la dificultad de los procesos de compra”, explica José Manuel Pérez Gordo. Por ello, es necesario que haya “formación en esta materia, realizar un seguimiento, medición de resultados y evaluación, apostar por la colaboración público-privada y, sobre todo, una mayor implicación de todas las partes implicada y en especial del paciente”.