Por Medicina Responsable
18 de junio de 2025Para el año 2029, el 90% de las citas de Atención Primaria de Cantabria deberán ser atendidas en menos de 24 horas y se incrementará el porcentaje de población participante en programas de cribado preventivo. Estos son los principales retos que se marca el nuevo Plan de Salud de Cantabria 2025-2029, que fue aprobado la semana pasada en Consejo de Gobierno y que ha sido presentado este martes por el consejero, César Pascual, en un acto celebrado en el Centro Botín.
Durante el acto, en el que también ha intervenido el director general de Planificación, Ordenación, Gestión del Conocimiento y Salud Digital, Óscar Fernández Torre, el consejero de Salud ha explicado que el objetivo es que en el programa de cribado preventivo de cáncer de mama participe, al menos, el 75% de la población diana; el 70% en el caso del cáncer de colon, y el 60% en el de cuello de útero.
Otro objetivo del plan, consultado por Europa Press, será incrementar el seguimiento efectivo de pacientes crónicos en Atención Primaria para que en 2029 la mitad de ellos tengan una revisión realizada. En relación a los enfermos crónicos también el plan se fija como meta que en 2029 al menos el 85% de pacientes de este registro tenga un plan de autocuidado activo.
Por otro lado, el plan busca reducir las desigualdades en el acceso a servicios sanitarios y aumentar la participación ciudadana en la planificación de la salud, con el objetivo de llegar en 2029 al menos al centenar de iniciativas comunitarias en salud implementadas.
Fortalecer la coordinación intersectorial en salud, impulsar la colaboración con el sector privado para llegar en 2029 a una veintena de actuaciones, incorporar la perspectiva de género en la toma de decisiones y reforzar las competencias digitales, de gestión y comunitarias del personal sanitario y la capacidad anticipatoria del sistema son otras metas.
En la presentación de este martes, el consejero ha subrayado que con este plan, Cantabria afronta una "revolución sanitaria" y un "cambio de filosofía" al adoptar un enfoque "más preventivo". "Lo que nosotros queremos es que no haya enfermos en Cantabria", ha resumido Pascual, que ha asegurado que con este plan la salud de la comunidad "va a cambiar para siempre".
Según han indicado el consejero y el director general, se trata de un plan "muy transversal", "centrado en las personas", incluso "antes de que se conviertan en pacientes", que combina la "humanización del cuidado" con una "apuesta decidida" por la innovación.
También se aleja "de la imagen estática" basada en hospitales, centros de salud y consultorios pues, según el consejero, "la salud se construye en cada hogar, en cada barrio, en cada decisión política".
Pascual ha comparado este plan con una "travesía marítima", en el que hay que moverse "a golpe de timón", uno por cada una de sus seis líneas estratégicas. De este modo, se busca que la salud esté presente en todas las políticas y en todos los ámbitos y hacer "ciudadanos corresponsables que no esperen al dolor para actuar, sino que vivan en su propio cuidado".
También propone pasar de una visión individual de la salud a una compartida en la que "todos seremos agentes de salud".
Además, el plan buscará una "salud cercana", a través de un refuerzo de la Atención Primaria, y acercar los cuidados "allí donde más se necesitan".
En definitiva, se pretende una "salud de futuro" con la incorporación de la Inteligencia Artificial, los datos interoperables y la telemedicina. "Cantabria será laboratorio vivo de soluciones que mañana exportará", ha dicho Pascual.
Pero más allá de las medidas y acciones que contiene el plan, algunas de las cuales "rompen moldes", Pascual ha subrayado que lo "fundamental" de él es "ese cambio de filosofía" que conlleva. Además, ha subrayado la importancia de disponer de este nuevo documento "de referencia" para planificar y determinar "qué salud queremos en Cantabria" y "qué camino tenemos recorrer".
Y es que el consejero y el director general ha recordado que el anterior plan, 2014-2019, fue impulsado hace más de una década y desde entonces Cantabria y los cántabros "han cambiado" y "todo está cambiando a velocidad de vértigo".
El plan no tiene una concreción presupuestaria predeterminada, porque abarca todo el sistema de salud. Sin embargo, en el propio documento se indica que el plan se enmarca en un contexto de "transformación sanitaria que requiere una asignación eficiente y sostenible de los recursos públicos", con lo que la planificación económica es un "elemento esencial" para garantizar la viabilidad de las acciones estratégicas propuestas.
El plan establece un marco de prioridades económicas alineado con sus seis líneas estratégicas. No presenta un desglose detallado de cada acción sino que se establecen grandes bloques de inversión, "permitiendo la flexibilidad en la ejecución y la adaptación a necesidades emergentes".
Las áreas prioritarias de inversión se agrupan en tres ejes: refuerzo de la Atención Primaria y la equidad territorial; transformación digital y modernización del sistema y prevención y promoción de la salud.
Se señala que la sostenibilidad económica del Plan de Salud no solo se basa en fondos propios sino en fuentes de financiación externa, con dos vías principales: los fondos europeos y la colaboraciones público-privada, en la que el futuro Parque de Innovación en Salud representa la mayor apuesta en este modelo de colaboración.
En el plan se establecen herramientas de evaluación económica y mecanismos para garantizar una "gestión sostenible de los recursos". Además, la planificación financiera del plan no solo responde a un incremento del gasto sanitario, sino a una "reorientación de los recursos hacia modelos más eficientes, sostenibles y centrados en la persona".