Por Peter BABEL
24 de enero de 2025Comenzó en el centro de Europa, y ya está presente en Francia y Portugal. Y hay que felicitar al Ministerio de Agricultura que, acertadamente, ha impuesto medidas para prohibir la circulación libre de gallinas, que les puede poner en contacto con otras aves que hayan contraído la peste, y las puedan contagiar. De momento, no se ham dado casos, pero como se suele decir “estamos rodeados”.
Espero que estas medidas restrinjan los posibles casos, o se produzcan en zonas acotadas. Y espero que los animalistas no pongan el grito en las granjas diciendo que volvemos a los campos de concentración. Con todo respeto, no somos objetivos, y estamos más a favor de los seres humanos que de las gallinas. Y lamentamos que, dentro de unas semanas, la información publicitaria que anuncia que los huevos del interior proceden de gallinas felices, no sera verdad.
Por supuesto, que no estamos en contra de la libertad de las gallinas y de su felicidad, pero estamos a favor de poner coto a la peste aviar por dos razones: Primera: no es frecuente, pero hay casos de contagio hacia seres humanos que han estado en contacto con las gallinas enfermas. Y, Segunda: la alimentación de gran parte de la sociedad depende de alimentos asequibles y nutritivos como son los huevos. Estamos, pues, ante un problema de huevos. Y de salud.