España declara el nivel de riesgo alto por gripe aviar

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha declarado el "nivel alto de riesgo" por gripe aviar en España, a partir del 20 de enero. La decisión responde al aumento significativo de brotes con alta patogenicidad (IAAP) en aves silvestres y domésticas, tanto en territorio nacional como en países vecinos como Francia y Portugal.

El ministerio ha explicado que, desde el 1 de julio hasta el 15 de enero de 2025, han sido comunicados a través de ADIS 341 brotes en aves de corral y 684 en aves silvestres en España, lo que ha elevado la preocupación sobre la propagación del virus. Este repunte se suma a la reciente expansión de la gripe aviar en Europa, con nuevos casos en Alemania, Italia y Polonia. La disminución de las temperaturas en España, especialmente durante enero, ha aumentado la probabilidad de contagios.

Para mitigar los riesgos, el MAPA activará la Orden APA/2442/2006 en zonas de especial riesgo. Entre las medidas, se incluyen restricciones en la cría de aves al aire libre, la prohibición de la concentración de aves y la mejora de la bioseguridad en las áreas de vigilancia. Aunque en un principio los focos se habían detectado en aves, también se ha informado de casos en mamíferos en algunos países, lo que ha incrementado la alerta sanitaria.

El Ministerio insta a reforzar la vigilancia en todo el país, haciendo hincapié en las comarcas con mayor riesgo, con el objetivo de prevenir una expansión más amplia de la enfermedad.

¿Cómo se contagia en los humanos y qué síntomas tiene?

El contagio de la gripe aviar en humanos es poco común y generalmente ocurre cuando las personas tienen contacto directo con aves infectadas, ya sea en granjas, mercados de aves o al manipular carne o huevos contaminados. El virus también puede propagarse a través del aire si las aves infectadas expulsan el virus al toser o estornudar, aunque esto es más raro. Sin embargo, es importante resaltar que la transmisión de persona a persona no es frecuente, aunque en algunos casos aislados ha ocurrido, especialmente en entornos de alta exposición al virus.

Cuando una persona se infecta con el virus de la gripe aviar, los síntomas suelen ser similares a los de la gripe estacional: fiebre, tos, dolor muscular, fatiga y dolor de garganta. Sin embargo, en los casos más graves, la gripe aviar puede causar complicaciones serias como neumonía, insuficiencia respiratoria y, en algunos casos, la muerte.

 

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