Por Sergio Díaz
16 de enero de 2025La Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía en Córdoba está investigando un brote de toxiinfección alimentaria que ha afectado a 44 personas, de las cuales una ha fallecido. Aunque no se ha confirmado que la muerte esté vinculada directamente al consumo de los alimentos implicados, los montaditos de “pringá” elaborados en un establecimiento local son el principal foco de la investigación.
Según ha informado la delegada de Salud y Consumo en Córdoba, María Jesús Botella, el brote se originó el pasado 4 de enero, pero no fue denunciado ante las autoridades sanitarias hasta el 13 de enero. A partir de entonces, se inició una inspección en el local donde se sirvieron los montaditos y se tomaron muestras de alimentos, además de realizar encuestas epidemiológicas a los afectados.
De los 44 casos identificados, solo tres requirieron atención médica. Las pruebas realizadas a dos pacientes de ellos mostraron resultados negativos en la presencia de agentes infecciosos. Sin embargo, las autoridades sanitarias han señalado que el periodo de incubación observado y la coincidencia en el consumo del montadito de “pringá” por parte de todos los afectados coincide como el alimento sospechoso.
La Delegación de Salud está analizando posibles agentes patógenos, entre ellos Escherichia coli y Clostridium perfringens, así como las muestras alimentarias y el entorno de manipulación en el establecimiento. Hasta ahora, no se han detectado trabajadores enfermos en el local.
Botella ha subrayado que el montadito de “pringá” no es un producto industrial, sino de elaboración propia del establecimiento. "Se están siguiendo todos los protocolos establecidos para este tipo de situaciones, y garantizamos que se llegará hasta el final para esclarecer los hechos", afirma.
En una nota de prensa la asociación de consumidores Facua Córdoba considera indispensable que la Consejería haga pública toda la información disponible, de manera que los usuarios puedan comprobar si disponen de los productos contaminados o si acudieron al establecimiento del que ha partido la infección, todo en aras de la mayor transparencia y el cuidado de su salud.
"De lo contrario, puede haber consumidores que estén sufriendo igualmente esta intoxicación sin conocer que su origen puede estar en haber acudido a dicho establecimiento y consumido los alimentos afectados, o incluso no reconocer que los síntomas que puedan estar padeciendo se deben a una infección por estas bacterias", aseguran desde Facua Córdoba.
Mientras se esperan los resultados de las pruebas analíticas, la Junta ha reiterado su compromiso con la seguridad alimentaria y la vigilancia de las posibles irregularidades en la elaboración de alimentos que puedan haber provocado este incidente.