Por Peter BABEL
19 de septiembre de 2024No se salva ninguno de los países miembros. Ni Letonia, ni Francia, ni Alemania…¡ni Suecia! En Suecia, después de 16 años sin huelga, hubo una bastante sonada. En Letonia, ha durado tanto que a algunos de los huelguistas les llegó la jubilación. Y los problemas son comunes: exceso de horas de trabajo, al contrario de las nóminas, falta de médicos, y una población cada año más vieja, y con mayor necesidad de cuidados. Por primera vez, en muchos, el porcentaje de enfermeros, cansados, que se plantean abandonar su actividad, aumenta sin cesar. Todos estos problemas, al final, se descargan sobre el paciente, ya que un sanitario maltratados por sus condiciones de trabajo generará -aun sin saberlo- peor trato en, al menos, una decena de pacientes. Eso sí, todavía no se ha extendido la grosera costumbre de golpear al médico, como en España, pero hay pesimistas que dicen que el día que eso se produzca en Suecia, habremos llegado a un punto de difícil retorno.
En 2023, la Organización Mundial de la Salud emitió un informe, con destino a la UE, donde se señalaban los problemas y la necesidad de solventarlos. El informe debe de estar en algún cajón, de algún despacho de Bruselas, reposando con sosiego.
Siempre fui enemigo de lo de “mal de muchos consuelo de tontos”, porque cuando los problemas te muerden en el cuerpo, y en la mente, ni siquiera los más tontos de la tribu se consuelan. ¡Ah! Y faltan médicos y enfermeros.
Si, además, Estados Unidos atiende a un electorado que cree que los europeos gastamos poco en defensa, puede que Putin se meriende Ucrania y, luego, vaya avanzando y dominando países con más viejos, con pocos médicos, y con jóvenes, muy preocupados por cómo suicidarse, pero sin ánimos para ayudar a los demás o defender su territorio.
Y no es una hipérbole de pesimista.