Por Luis del Val
26 de marzo de 2025El llamativo incidente sobre la presunta presión para que los oncólogos opten por el tratamiento más barato me ha sorprendido, pero casi me ha sorprendido más la reacción de las compañías de Sanidad Privada, poco eficaz, anquilosada en el silencio de sus departamentos de Prensa, incluso ciertas reacciones de agravio, poco menos que acusando, a quienes nos hemos hecho eco de la noticia, de intentar erosionar a la Medicina Privada.
No, lo que puede erosionar a la Medicina Privada es tener unos departamentos de comunicación que no saben reaccionar ante una crisis, que no es otra que instar a los responsables de las empresas afectadas a que salgan a dar la cara, tranquilicen a sus asegurados y muestren su intención de investigar lo sucedido.
El silencio es la peor arma, porque eso no silencia a los medios, sino que les excita a sospechar. El silencio -a veces envuelto en unas formas de desprecio- no es el mejor camino, sino el opuesto, ya que estimula la parcialidad del informador, en contra del objeto de la información.
Me llama la atención que eso suceda en empresas de prestigio, que manejan grandes presupuestos, y que mantienen unos departamentos de comunicación y Prensa que, o bien están formados por profesionales que no se atreven a llevarle la contraria a quienes les han contratado, o bien, creen que el silencio y el victimismo les ayudará. Les ayudará, sí, pero a perder amigos… y clientes.