Por Luis del Val
18 de marzo de 2025Aquella mañana de octubre de 2024, en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados, se habían congregado 37 enfermos de ELA, esa enfermedad terrible que no tiene cura. Habían esperado tres años a que se aprobara una ley que les tuviera en cuenta y, ese día, por fin, se aprobó. Y estallaron la alegría y los aplausos, como si el día del Pilar hubiera adelantado 48 horas su jubilosa fiesta. Alegría… y emoción, porque en los ojos de algunos de los enfermos, y de sus cuidadores llovió, con suavidad, esa emoción que se transforma en lágrimas.
Ha pasado casi medio año desde entonces, y algunos de los enfermos han muerto, sin haber recibido ni un céntimo de la ayuda que se les prometió. A mí no me importa que me mientan. Soy adulto, soy libre, y puedo opinar. Pero cuando contemplo que les mienten a los más necesitados, a los enfermos y sus familiares, e insisten con la mentira, como esa portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, que aseguró que había fondos suficientes para los enfermos de ELA, me veo preso de la indignación.
¡Qué bajo habéis caído! Ya mentís a los enfermos que caminan hacia una muerte segura, con una existencia cada vez más dolorosa y dependiente. No os bastan vuestras mentiras habituales, sino que no respetáis el dolor, ni la tristeza de unas familias que no pueden atender a su padre o a su hija, y que se ven impotentes entre vuestras promesas falsas y sus necesidades acuciantes.
¡Qué miserables son vuestras vidas que -para conservar el Gobierno- no sólo os arrodilláis ante delincuentes huidos de la Justicia, sino que engañáis y les vendéis falsas ilusiones a personas enfermas que, poco a poco, no pueden caminar, ni hablar, ni levantarse!
¡A qué ruindad habéis llegado! Os perdono que vendáis España a pedazos, porque la recuperaremos, y que vuestro líder tenga una familia tan llena de oportunistas y aprovechados, pero no os perdono que, sobre las lágrimas de agradecimiento de nuestros enfermos, defequéis vuestra mierda de cínicos irredentos. Os desprecio profundamente. Llegasteis al Gobierno diciendo que ibais a luchar contra la corrupción y a regenerar la política. Y sólo huelo las boñigas infames de vuestra alma pútrida, convertida en un almacén de asquerosas mentiras.
Comentario emitido en el programa La Linterna de la Cadena Cope