Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable
23 de julio de 2024Hoy, 23 de julio, celebramos el Día de la Amistad, una fecha dedicada a honrar esos lazos invisibles que unen nuestras almas y enriquecen nuestras vidas. Un tesoro invaluable, un refugio en los momentos de tormenta y un faro de esperanza en las noches oscuras.
La amistad es esa mano tendida que nos ayuda a levantarnos cuando caemos, esa sonrisa que ilumina nuestros días grises y ese abrazo que nos reconforta en los momentos difíciles.
Para Aristóteles, la amistad no era una simple relación social, sino un pilar fundamental de la felicidad y una virtud esencial para el ser humano. En su obra "Ética a Nicómaco", el filósofo griego exploró los diferentes tipos de amistad y su papel en la vida del hombre distinguiendo tres tipos principales:
Para el filósofo macedónico la amistad perfecta era la tercera –la amistad por la virtud-, aquella que se establece entre personas que comparten valores, principios e intereses comunes. En este tipo de amistad, los amigos se motivan y se ayudan mutuamente a ser mejores personas.
La amistad, según el heleno, no solo nos hace más felices, sino que también nos ayuda a ser más virtuosos y a alcanzar la eudaimonia, el florecimiento humano.
Más allá de simples conexiones sociales, la amistad genuina teje una red de apoyo y contención que nos brinda fortaleza, nos ayuda a enfrentar desafíos y nos impulsa a ser mejores versiones de nosotros mismos.
Y es que en estos momentos la soledad se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta a millones de personas en todo el mundo. El sentimiento de aislamiento social y emocional puede tener un impacto devastador en nuestra salud mental, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad e, incluso, problemas físicos. En este contexto la amistad actúa como un poderoso antídoto.
Compartir tiempo con amigos, conversar, reír y disfrutar de actividades en conjunto nos permite sentirnos conectados con los demás, formar parte de algo más grande que nosotros mismos. Esta sensación de pertenencia es crucial para nuestro bienestar emocional, ya que nos brinda un sentido de seguridad y reduce significativamente los sentimientos de soledad y aislamiento.
La amistad saludable también juega un papel fundamental en el desarrollo de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Rodearnos de personas que nos aprecian, nos valoran y nos respetan nos ayuda a construir una imagen positiva de nosotros mismos.
Los amigos pueden ser nuestros espejos más honestos, reflejando nuestras fortalezas y debilidades con sinceridad y cariño. Su apoyo y aliento nos motivan a creer en nuestras capacidades y a perseguir nuestros sueños.
La amistad también puede tener un impacto positivo en nuestros hábitos y estilo de vida. Rodearnos de amigos que comparten intereses saludables, como practicar ejercicio, comer de forma nutritiva o realizar actividades al aire libre, puede motivarnos a adoptar estos mismos hábitos.
La influencia positiva de los amigos puede ser un factor clave para abandonar hábitos nocivos y adoptar un estilo de vida más saludable, lo que a su vez se traduce en un mayor bienestar físico y mental.
Compartir tiempo con amigos, reír juntos y disfrutar de actividades agradables nos ayuda a desconectar de las preocupaciones diarias y a reducir los niveles de estrés y ansiedad.
En este sentido la amistad puede ser un motor para nuestro crecimiento personal. Rodearnos de personas con diferentes perspectivas, valores e intereses nos expone a nuevas ideas, nos desafía a salir de nuestra zona de confort y nos anima a explorar nuevos aspectos de nosotros mismos. ¡Feliz Día de la Amistad!