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Los pobres contaminamos más

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Los pobres contaminamos más

Por Peter BABEL

21 de septiembre de 2023

El reto de la contaminación es importante, pero el cambio climático no es sólo debido a la contaminación que producimos los seres humanos, sumados a los pedos de las vacas, sino a otros muchos factores, algunos desconocidos.

La última glaciación fue la Glaciación Würm, y duró hasta 10.000 años antes del nacimiento de Cristo. Parece que alcanzó sus puntos más gélidos hace unos 20.000 años. En esa Edad de Hielo los veganos hubieran desaparecido de la faz de la Tierra, porque o comías carne de otros animales o te morías de hambre, ya que hasta los líquenes quedaban devorados por el hielo. ¿Por qué se fue calentando el planeta hasta derretir el hielo? Algunos científicos hablan de la órbita del sol y del desvío del eje de la Tierra, pero se sabe muy poco, porque conversar con alguien que viviera hace 15.000 años en la actual Sudáfrica, como un esquimal actual de Groenlandia, no es muy sencillo.

No pudieron ser millones de coches que no existían, ni rebaños de cientos de miles vacas que arrojaran metano a través de eructos y ventosidades, ni centrales de carbón que contaminaran el aire… ¿Por qué vino el deshielo? Según los ecologistas talibanes, por nuestra culpa, nuestra grandísima culpa. Así que hay que cerrar las centrales térmicas -que me parece bien- programar la desaparición del coche que funciona con derivados del petróleo -que tampoco me parece mal- y obligar a que el que quiera tener un automóvil sea eléctrico -que me parece un dislate-. Para que el dislate no se quede a medias y sea un dislate “sobresaliente cum laude”, se programan ayudas para la compra de automóviles eléctricos. ¿Y quién recibirá esas ayudas? Los que menos las necesitan, porque se pueden permitir comprar un coche de alta gama, que vale algo parecido a los que cuesta un coche eléctrico. Ni un profesor universitario, ni un electricista, ni un albañil, ni un conductor de autobús, ni nadie que tenga los ingresos normales de un trabajador, podrá comprarse un coche eléctrico. Por cierto, las baterías del eléctrico no son eternas, y duran poco, y son caras, y habrá que cambiarlas. Y esas baterías contaminarán, y -según estudios- tardan aproximadamente unos quinientos años en no ser peligrosas.

O sea, que los que más contaminamos -hasta que no nos detengan por conducir un coche o una furgoneta alimentados con diesel- somos los pobres. No tenemos un euro de sobra, y encima nos mirarán como apestados. 



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