Por Peter BABEL
10 de septiembre de 2025Los niños obesos han aumentado en porcentaje en todo el mundo, y ya superan a los niños que pasan hambre. Este dato, lo toma un sociólogo de probada cocina, como el ciudadano Tezanos, y el titular podría ser: “Los niños cada vez comen más”. Y es cierto a medias. Los niños que se mueren de hambre no disminuyen, pero la obesidad de los niños de los países ricos aumentan de año en año.
Los ultraprocesados, la ausencia de vegetales y frutas, el exceso de azúcares, y un larguísimo etcétera, convierten unas circunstancias óptimas para fomentar una buena salud infantil en un problema.
Se hacen esfuerzos en los comedores escolares, pero cuando pasas por una de esas hamburguesería, pertenecientes a una gran empresa multinacional, observas -sobre todo los fines de semana- que los clientes menores de edad superan a los mayores de edad. Y eso no se arregla con un real decreto, porque los padres no están sujetos a obedecer normas sobre sus hijos en el ámbito privado. Son los padres los que fomentan la mala alimentación y los que se inhiben ante el rechazo, de la mayoría de los niños, a las proteínas de pescado.
Hay una parte del mundo en el que los niños se mueren porque no tienen comidas. Y, otra, donde existe la abundancia, y resulta que poder elegir lo que se come, se convierte en un factor parar vivir menos años.
Y de esto, no le echen la culpa a los gobiernos.