Por Clara Bravo
31 de julio de 2024Cada día avanza el número de cánceres de mama padecidos por mujeres mayores de 70 años y, en sentido inverso, disminuye la atención preventiva. Si usted es una mujer de 70 años, y le pregunta al médico si sería conveniente hacerse una mamografía, es probable que se encuentre con un galeno que le diga eso de “A su edad…” como si, en lugar de seguir los consejos de la Medicina Preventiva, le hubiera usted consultado sobre la posibilidad de hacer un crucero con un chico de 35 años, en el papel de novia enamorada.
No se trata de una crítica a los ginecólogos, en general, o a alguien en particular -o puede que sí- pero es frecuente que lea usted, o escuche, la declaración de un oncólogo, recomendando las mamografías cada dos años, aunque se haya pasado de los 80, pero comprobará la renuencia para que eso se lleve a cabo en la práctica, entre otras cosas porque, si aplicáramos con ortodoxia la medicina preventiva, los hospitales y las clínicas estarían más atorados de lo que ya lo están.
Los mismos profesionales reconocen que no están preparados para enfrentarse al problema. Los oncólogos, porque carecen de conocimientos geriátricos, y los geriatras, porque no son especialistas en Oncología. Más aún, en los ensayos y pruebas de tratamiento hormonal, por ejemplo, en el grupo objeto del estudio, o no hay personas mayores de 70 años, o si se elige a una mujer de 76 años, se trata de una persona que no representa la edad que tiene y que parece que todavía no ha llegado a la edad de jubilación.
La conclusión es que, estadísticamente, aumenta la aparición de cánceres de mama en mujeres de edad superior a los 70, y que debería aplicarse la mamogragía cada dos años, pero, en la práctica, si esa mujer le solicita a su médico una mamografía es probable que se encuentre con discursos tendentes a evitar el procedimiento. Vamos, ahora que aumentan las prohibiciones para adquirir alcohol por parte de los menores, resulta que las mamografías para mujeres mayores de 70 años parece que están… prohibidas. O son consideradas como una petición extravagante.