
Por Peter BABEL
2 de diciembre de 2025El escritor Dan Buettner es muy conocido, porque asegura que dispone de los datos para vivir, casi como un cincuentón, hasta los 100 años.
Ha estudiado las zonas del planeta, donde sus habitantes son más longevos, a las que denomina zonas azules.
No hace mucho estudió los desayunos de los longevos, y llegó a la conclusión de que nada de huevos con bacon para desayunar, fuera cereales azucarados, y que, antes de salir de casa, lo mejor era tomarse una sopa de verduras, una tostada con aguacate, y arroz o legumbres.
Creo que no viviré hasta los cien años, porque si, nada más levantarme, me tengo que tomar una minestrone y, luego, un plato de lentejas o de alubias, estaré tan deprimido que moriré mucho antes de alcanzar el objetivo.
La última fórmula para ser centenario ha dicho que consiste en estar casado. Desconfío de estas fórmulas, porque depende de con quién estés casado. Me imagino casado con Yolanda Díaz, o con la portavoz de Bildu o de Junts, en el Congreso, y es posible que la carrera hacia ser centenario se interrumpiera o por divorcio o por un cuidadoso y premeditado suicidio.
El escritor tiene 65 años, es decir, que es inatacable. Y si fallan sus pronósticos, y nos deja dentro de diez o doce años, tendrá la ventaja de que no se enterará de su error.
Deseo que llegue a los cien. No poder divorciarse, y tener que desayunar lentejas y sopa de verduras todos los días, tiene mucho mérito.