Por Peter BABEL
22 de enero de 2024En Rumanía tres niños han muerto de sarampión. Estamos hablando de un país de la Unión Europea. Dicho así parece como si fuera lógico que los niños murieran de sarampión en Ruanda, y no nos doliera. Perdón. Lo que deseo expresar es que, cuando en países de la Unión Europea un niño puede morir de sarampión, significa que el sarampión ha rebrotado, y ha rebrotado de tal manera en Europa que, en este momento, hay brotes en muchos países, consecuencia del aumento de la enfermedad casi cincuenta veces más que en el año 2021. Curiosamente, a ello ha contribuido la epidemia de la Covid. La fatiga de las vacunas invade a las madres, y baja la vacunación de los niños. Y -seguimos hablando de Europa- cuando la vacunación baja del 90%, el sarampión se pone chulo y mata a tu hijo, o al del vecino.
Puede parecer que hay pocos casos, pero el sarampión se transmite también por el aire, y la presencia de un niño con sarampión en la consulta de un pediatra, puede contagiar a un porcentaje peligroso de los niños que acudan posteriormente a esa consulta.
Otro factor que ayuda a que algún niño pueda morir de sarampión es ese movimiento de lilas en contra de las vacunas. Y, claro, no es que sean peligrosos, es que pueden convertirse en cómplices e inductores de homicidios imprudentes.
Cuidado con el sarampión.