Por Julia Porras
13 de mayo de 2022Los niños son el sector de la población que, con toda probabilidad, ha sufrido más el uso obligatorio de la mascarilla y las medidas restrictivas de la Covid. Por ello, la Comisión de Salud Pública ha cambiado el protocolo liberando a los niños de las normas contra la Covid en las aulas.
Medidas que desaparecen
Los niños podrán interaccionar con sus
compañeros en patios y demás espacios del colegio. Los grupos burbuja
desaparecen excepto en los comedores, donde continuarán lo que denominan ahora
grupos de convivencia estable.
Se elimina la distancia de seguridad de 1,2 metros en las aulas, solo en los comedores se intentará mantener siempre que se pueda sitios fijos para los niños que acuden diariamente.
En los transportes escolares no habrá asientos fijos como durante la pandemia, pero deberán seguir la normativa vigente con respecto al uso de las mascarillas, al ser un transporte público. En todo caso, se fomentará el uso del transporte activo, como ir a pie o usar bicicletas para evitar en la medida de lo posible compartir espacios cerrados.
Se permite el acceso de familias a espacios interiores del colegio para actividades y para la recogida de los niños, evitando siempre las aglomeraciones. También se permiten de nuevo las tutorías individuales en espacios interiores, pero bien ventilados, cumpliendo las medidas de prevención e higiene.
Los horarios de entrada y salida ya no serán escalonados, ni habrá turnos para patio y comedor.
Medidas que siguen
La higiene de manos continuará como
medida de higiene principal, se tendrá que realizar de forma frecuente y
meticulosa, al menos a la entrada y salida del centro, antes y después de comer
y después de usar el aseo, como norma recomendada. Por otro lado, se mantiene
la desinfección de los espacios, al menos una vez al día. Baños y comedores no
requerirán limpiezas extra varias veces al día como se exigía durante la
pandemia. Continuará también la ventilación, y más ahora que las temperaturas
son agradables con la apertura de ventanas todo el día. Además, el protocolo
recomienda que siempre que se pueda se lleven a cabo las actividades físicas en
los espacios exteriores.
Según los expertos, los niños tendrían que haber sido los primeros en quitársela ya que siempre ha sido el grupo con menor incidencia. Y eso a pesar de que fueron los últimos en empezar a vacunarse y que son los que tienen aún las tasas de vacunación más bajas. En nuestro país solo un 42,6% de los menores entre 5 y 12 años tiene la pauta completa y solo un 54,3% tiene al menos una dosis.
Ya en febrero la mascarilla dejó de ser obligatoria en los patios, pero muchos colegios siguieron conservándola, por seguridad. Sin embargo, el 20 de abril la obligatoriedad de la mascarilla acabó en todos los ámbitos y, aunque algunos padres se resistieron a la medida y algunos niños tuvieron reticencias, poco a poco los alumnos dejaron de llevarla cada mañana en las filas para entrar a clase.
Ahora, ante la mejora de la situación epidemiológica y la experiencia acumulada, sin dejar de tener en cuenta también el impacto emocional sobrevenido, se considera oportuno la flexibilización de algunas medidas, de forma progresiva y adaptada a la situación epidemiológica.