Por Andrea Rivero
28 de noviembre de 2022Los pacientes con diabetes presentan un envejecimiento prematuro de sus arterias, lo que hace que sea más difícil que la sangre llegue a sus tejidos y puede llegar a provocar complicaciones micro y macrovasculares, desencadenando desde afecciones en los riñones hasta infartos cerebrales. Ahora, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación e Innovación Parc Taulí y del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), ha descubierto un biomarcador en la sangre de pacientes con diabetes tipo 1 que permite conocer precozmente el deterioro de sus arterias.
El estudio, publicado en la revista científica Diabetes Care, describe un nuevo biomarcador que, a través de un análisis de sangre, permite detectar en las personas con diabetes tipo 1 el envejecimiento vascular antes de que se identifique por los métodos clásicos disponibles actualmente a través de la medición de las proteínas GlycA y GlycB relacionados con la inflamación. Este descubrimiento permitiría identificar de forma más precoz posibles riesgos de complicaciones vasculares en diversos órganos vitales.
Aunque el biomarcador es la aportación más relevante de este trabajo, no es la única. Por un lado, es la primera vez se introduce el concepto envejecimiento vascular precoz en la diabetes tipo 1, que estaría en la base de todas las complicaciones vasculares de estos pacientes.
De acuerdo con el doctor José Miguel González Clemente, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Parc Taulí, “este envejecimiento puede determinarse con una sencilla prueba que mide la velocidad a la que se desplazan las ondas del pulso entre la arteria carótida y la femoral. Esa velocidad aumenta a medida que lo hace el endurecimiento de la pared de las grandes arterias, lo que se conoce como rigidez arterial”.
Hoy se conoce que a medida que incrementa la rigidez arterial, ocurren una serie de procesos que afectan primero a la retina, luego a los riñones y posteriormente aparece el daño en las arterias del corazón y el cerebro, “principales causas de morbilidad y mortalidad de estos pacientes”, añade el doctor González. “Esto ha hecho que se ponga el foco en la pared arterial como un nuevo órgano diana a tener en cuenta de forma temprana en la población con diabetes tipo 1”.
Por otro lado, en este estudio han utilizado técnicas punteras como la metabolómica para medir fracciones de proteínas de la sangre no cuantificables con la tecnología habitual. Esto permite proporcionar información precoz y relevante sobre el estado de inflamación crónica que acompaña a la rigidez arterial en estos pacientes, lo que permite identificar mejor a las personas con diabetes tipo 1 que presentan un mayor grado de envejecimiento vascular.
En este sentido los investigadores creen que este trabajo contribuirá a una medicina más personalizada en la diabetes de tipo 1 y una mejor gestión de recursos en el sistema de salud.