Por Medicina Responsable
16 de julio de 2024Los primeros meses de vida de un bebé son un periodo clave para el desarrollo de su organismo y su sistema inmunitario. Las enfermedades o eventos ocurridos en esta etapa pueden tener repercusiones vitalicias, por lo que el cuidado de estos pequeños es de la mayor importancia para sus progenitores.
El último hallazgo en esta línea ha llegado de la mano de investigadores de la Universidad de Monash (Australia), quienes apuntan que la exposición temprana a antibióticos puede desencadenar una susceptibilidad al asma a largo plazo. Esta investigación publicada en la revista Inmunity ha encontrado una molécula, llamada IPA, que es crucial para el desarrollo de la protección contra el asma en la edad adulta.
Se trata de una molécula producida por bacterias intestinales que, según los autores, podría probarse como un tratamiento en el futuro para evitar el desarrollo del asma en niños con riesgo de padecerla.
Según el profesor Ben Marsland, autor principal del estudio, el descubrimiento de la molécula producida por bacterias en un intestino sano explica por qué el uso recurrente de antibióticos aumenta el riesgo de asma. "Sabemos que el uso recurrente de antibióticos en las primeras etapas de la vida altera la microbiota intestinal sana de una persona y aumenta el riesgo de alergias y asma. Hemos descubierto que una consecuencia del tratamiento con antibióticos es la disminución de las bacterias que producen IPA, lo que reduce una molécula clave que tiene el potencial de prevenir el asma", destaca.
Los primeros años de vida son importantes para el desarrollo de una microbiota intestinal estable. "Esta se forma en primer lugar por la ingesta de alimentos (tanto leche como alimentos sólidos), así como por la genética y la exposición ambiental. Se ha demostrado que los bebés con alto riesgo de alergias y asma tienen una maduración alterada y retrasada de la microbiota intestinal", continúa Marsland.
"El uso de antibióticos durante el primer año de vida puede tener el efecto no intencional de reducir las bacterias que promueven la salud, y ahora sabemos a partir de esta investigación que los antibióticos conducen a una reducción de la IPA, lo que hemos descubierto que es fundamental en los primeros años de vida, a medida que nuestras células pulmonares maduran, lo que lo convierte en un candidato para la prevención temprana de la inflamación alérgica de las vías respiratorias".
El equipo de investigación, que trabajó con ratones predispuestos a desarrollar asma, descubrió que, cuando se les administraban antibióticos en etapas tempranas de la vida, los ratones eran más susceptibles a la inflamación alérgica de las vías respiratorias inducida por los ácaros del polvo doméstico, que se prolongaba hasta la edad adulta. Precisamente, el asma suele desencadenarse por la exposición a los ácaros del polvo doméstico. Esta susceptibilidad se mantuvo a largo plazo, incluso después de que el microbioma intestinal y los niveles de IPA volvieran a la normalidad, lo que destaca que la función de esta molécula fue particularmente importante en las primeras etapas de la vida.
El uso responsable de antibióticos para combatir la generación de resistencias a los antibióticos es una de las grandes preocupaciones de las autoridades sanitarias. Estudios como este aportan nuevos argumentos para vigilar el consumo de estos fármacos con el fin de que los beneficios, cuando se usan de forma adecuada, sigan sobrepasando con creces a los efectos adversos.