Por Andrea Martín
15 de octubre de 2024Casi el 20% de los niños y adolescentes en Estados Unidos son considerados obesos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar afecciones como artritis y enfermedades cardíacas. La obesidad infantil, además de los problemas metabólicos, es uno de los principales factores de riesgo prevenibles de la artritis en niños.
Un equipo de investigadores ha descubierto que no solo la obesidad, sino también los tipos de ácidos grasos consumidos juegan un papel importante en estos problemas. Utilizando una terapia génica, Farshid Guilak, director de Investigación del Hospital Shriners para Niños de St. Louis, y Ruhang Tang, científico principal de la investigación, han desarrollado una forma revolucionaria de convertir los ácidos grasos dañinos en beneficiosos. Esto podría ayudar a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad infantil, como la artritis. Sus hallazgos han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences.
La terapia génica desarrollada por Tang utiliza un virus adenoasociado (AAV) para introducir un gen en las células, que convierte automáticamente los ácidos grasos Omega-6 inflamatorios en Omega-3, que son beneficiosos para la salud metabólica.
Los ácidos grasos Omega-3, presentes en alimentos como el pescado y algunos frutos secos, mejoran la sensibilidad a la insulina, promueven el metabolismo de las grasas y reducen la inflamación. Esta terapia también podría reducir la cantidad de células proinflamatorias, responsables de la artritis relacionada con la obesidad.
En su estudio, los investigadores analizaron la artritis postraumática en niños, causada por lesiones en la rodilla. Descubrieron que una inyección de esta terapia redujo significativamente los efectos de una dieta alta en grasas y Omega-6, mejorando la salud metabólica y reduciendo el envejecimiento prematuro inducido por la obesidad. "La obesidad produce rodillas envejecidas en pacientes jóvenes. Nuestra terapia convierte las grasas malas en buenas, lo que podría tener un impacto positivo en la salud de los niños", concluye Guilak.