Por Clara Arrabal
20 de octubre de 2025Romperse un hueso, más allá de lo doloroso que pueda resultar, conlleva un proceso de curación largo y pesado. Implantes, tornillos, operaciones o, en el mejor de los casos, soportar una incómoda escayola durante algunas semanas. Pero ¿y si pudiéramos arreglarlos con un pegamento instantáneo como si fueran piezas de cerámica? Eso es lo que plantea un grupo de investigadores chinos que ha desarrollado un material adhesivo para “pegar huesos”, creado a partir de la sustancia que las ostras segregan para adherirse con firmeza a las rocas o los puentes.
Este nuevo producto ha sido bautizado como “Bone-02”, y su responsable es el doctor Lin Xianfeng, un cirujano ortopédico del hospital Sir Run Run Shaw de la Universidad de Zheijiang (China). Según el experto, este nuevo material puede suponer una revolución en el campo de las fracturas óseas, pues es rápido, eficaz y evita cirugías e implantes.
La idea de este producto se basó en la observación de la naturaleza. “¿Y si los huesos pudieran volver a unirse con la misma eficacia con la que se pegan las ostras a las piedras bajo el agua?”, se plantearon en 2016 los científicos. Entonces, se inspiraron en las sustancias que segregan estos moluscos, ricas en proteínas, y que se endurecen en apenas unos minutos para adherirse a prácticamente cualquier superficie. El material, de origen biológico, está formado principalmente por carbonato cálcico.
Tras su creación, las pruebas de laboratorio confirmaron la seguridad de este biopegamento: presentó una fuerza de unión máxima superior a 181 kilogramos, una resistencia al cizallamiento de 0,5 MPa y una resistencia a la compresión de cerca de 10 MPa. En pacientes, el adhesivo óseo Bone-02 también reportó buenos resultados: se probó sobre una mujer con fractura de muñeca que se recuperó con una incisión mínima de tres centímetros y sin colocación de tornillos ni placas, según ha explicado el medio surcoreano Cho Sun Daily.
Para aplicar este novedoso producto, bastaría una inyección única y directa sobre el hueso roto y el pegamento no tardaría más de tres minutos en actuar, como ya se ha demostrado en las pruebas realizadas. Todo ello supondría la eliminación de las cirugías para acoplar implantes, tornillos o placas, y evitaría una segunda operación para su extracción. Además, sus creadores destacaron que este producto se absorbe de forma natural en el cuerpo durante el proceso de cicatrización del hueso, por lo que presenta menos riesgo de infecciones que las operaciones o los implantes.
Por todo ello, este nuevo material se alza como una opción revolucionaria para el tratamiento de fracturas óseas, ya que proporciona una fijación precisa y rápida incluso en entornos con mucha sangre o escenarios de guerra y desastres donde cada minuto es crucial. Además, los investigadores responsables de este hito ya trabajan en el terreno de los implantes dentales, un potencial campo de aplicación para este adhesivo.