Por Virginia Delgado
12 de junio de 2025Un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos) ha revelado que las personas nacidas en las décadas de los 80 y 90 tienen más probabilidades de tener cáncer de apéndice que las de los años 40.
Los científicos han llegado a esta conclusión, publicada en la revista Annals of Internal Medicine, después de analizar 4.858 casos diagnosticados con esta enfermedad (también conocida como adenocarcinoma apendicular) entre 1975 y 2019. Concretamente, señalan que los nacidos en 1980 tienen el triple de probabilidad de desarrollarlo que los de 1945, y los de 1985, casi cuatro veces más.
En su trabajo indican que no se han identificado causas concretas, pero señalan la posibilidad de que los cambios ambientales, la exposición a sustancias químicas desde las primeras etapas de la vida, la dieta con excesivos productos ultraprocesados o el estilo de vida, en el que hay poca actividad física, e incluso una mala salud mental, podrían influir en el desarrollo de la enfermedad.
Por otra parte, los científicos han observado que otros cánceres, como el de colon, páncreas, recto o de estómago, también están creciendo entre las personas más jóvenes y que, igualmente, podría ser por el entorno o la alimentación. La autora principal del estudio, Andreana Holowatyj, ha manifestado que según vaya envejeciendo este colectivo incrementarán los casos de cáncer, por lo que tendrán que estar preparados los sistemas sanitarios.
Con todo ello, los investigadores han manifestado que se necesita realizar más estudios para comprender el porqué de los cambios entre generaciones.
El cáncer de apéndice es uno de los tumores más raros. Se desarrolla en la bolsa de tejido que se encuentra en el abdomen y suele diagnosticarse después de una intervención quirúrgica por apendicitis aguda o cuando, tras realizar una tomografía computarizada (TC), se percibe una masa abdominal extraña.
La mayoría de las veces su descubrimiento es accidental y trae consigo un tratamiento que varía según el estadio y la extensión del cáncer. Así, puede llevar a una cirugía para extirpar el apéndice y otras áreas afectadas y quimioterapia, cuando hay diseminación abdominal.
Respecto a sus síntomas, destacan el dolor abdominal, las náuseas, la hinchazón y la sensación de saciedad temprana al comer.