Por Juan García
21 de mayo de 2024Recuperar o mejorar las funciones motoras es un sueño para muchas personas con movilidad reducida. Un deseo que la ciencia está acercando poco a poco gracias a avances como los recientemente publicados en la revista Nature Medicine, que describen los resultados de un ensayo clínico que ha mejorado la función motora en brazos y manos de pacientes tetrapléjicos.
Para lograrlo, el equipo investigador dirigido por el científico Gregoire Courtine, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza), diseñó un dispositivo no invasivo de estimulación eléctrica de la médula espinal, llamado ARCEX. Con un total de 60 participantes en el estudio, el dispositivo ARCEX logró que 43 de ellos experimentaran una mejoría de la fuerza y la función de su brazo y de su mano tras recibir estimulación eléctrica junto a ejercicios de rehabilitación.
En declaraciones recogidas por el Science Media Centre España (SMC), el director del grupo de Neuroingeniería Biomédica del Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), Eduardo Fernández, explica que este tratamiento “consiste en aplicar estimulación eléctrica en la zona de la lesión mientras se realizan las actividades de rehabilitación. Para ello se utilizan electrodos externos que se colocan por encima y por debajo de la lesión”. Cabe destacar que durante el ensayo no se detectaron efectos secundarios asociados al uso de este dispositivo.
Por su parte, el jefe de Neurología del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo y responsable de Investigación e Innovación del Hospital Los Madroños (Madrid), Antonio Oliviero, destaca que se trata de una tecnología “fácil de implantar” y estima un plazo de uno a tres años para poder contar con ella en la práctica clínica. El neurólogo destaca este avance en el campo de la reparación del daño medular, aunque reconoce que aún se está “lejos de una cura”.
La limitada capacidad de reparación del sistema nervioso central es uno de los principales obstáculos que han dificultado el descubrimiento de terapias que palien los efectos de las lesiones medulares. El hecho de que los pacientes participantes en el ensayo sufrieran la tetraplejia desde hacía al menos doce meses es significativo, dado que los efectos de la rehabilitación son cada vez más limitados para la reparación de la médula espinal a medida que la afección se cronifica.
A pesar de los prometedores resultados del dispositivo ARCEX, ambos investigadores coinciden en la necesidad de realizar “más estudios para confirmar la efectividad de este nuevo enfoque terapéutico” e identificar a los pacientes que se podrían beneficiar más de este tratamiento.