Por Pedro Martínez
14 de abril de 2025Investigadores del Instituto Wellcome Sanger de la Universidad de Newcastle en Reino Unido han logrado desarrollar, a partir de una sola célula humana prenatal, un atlas que podría servir para comprender el funcionamiento de la piel y que procesos se dan antes y después de pasar por diferentes enfermedades.
El estudio, publicado en la revista Nature, explica que los investigadores recurrieron a la secuenciación de células individuales, además de otras técnicas genómicas. Además de conocer el funcionamiento de este órgano (el más grande de todo el cuerpo humano) los investigadores consideran que este proyecto sería útil para crear nuevos folículos pilosos, lo que supondría un gran aporte para la medicina regenerativa.
Este estudio se ha edificado como el primer atlas unicelular y espacial de la piel humana prenatal. Para crear este atlas, los investigadores descompusieron algunas muestras de tejido humano prenatal, lo que les permitió observar células individuales en suspensión, además de células en su lugar dentro del tejido. Más tarde, mediante la técnica de la secuenciación unicelular y transcriptómica espacial, estudiaron el papel de las células individuales en el tiempo y en el espacio, así como los cambios encargados del desarrollo de la piel y el vello. Este proceso llevó a los investigadores a realizar una detallada descripción de cómo se generan los folículos pilosos bajo la piel.
Por otro lado, valiéndose de células madre adultas, los investigadores desarrollaron un organoide (órgano creado de manera artificial en un laboratorio) de piel capaz de generar su propio pelo. Una vez tuvieron los dos fragmentos desarrollados comenzaron a comparar las características entre este órgano creado a partir de células madre adultas con respecto a la piel de células prenatales, descubriendo que el organoide era más similar a la piel prenatal que a la piel adulta. Esto sucede debido a que, en el organoide, los vasos sanguíneos no se generaban de una manera tan notoria como en la piel prenatal.
Una vez constatado esto, los investigadores añadieron un tipo de células inmunes llamadas macrófagos que consiguieron fomentar la formación de vasos sanguíneos. De este modo, se demuestra por primera vez que los macrófagos son esenciales para la formación de la piel humana en su fase más temprana gracias a su capacidad de apoyo a los vasos sanguíneos.
El estudio también ha constatado que los macrófagos son indispensables para poder reparar la piel sin dejar cicatriz, especialmente en la piel prenatal, lo que abre la puerta a muchas investigaciones sobre cómo terminar con las cicatrices.
Este proyecto y la creación del organoide se encuentran dentro del proyecto Atlas de Células Humanas que trata de mapear todos los tipos de células del cuerpo, así como sus funciones y procesos tratando de mejorar la comprensión en este campo.