Por Medicina Responsable
21 de noviembre de 2024Investigadores del Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido) y otros colaboradores internacionales han utilizado técnicas genómicas de vanguardia para identificar todas las células implicadas en las primeras etapas del desarrollo del esqueleto. El proyecto podría utilizarse para investigar si los fármacos pueden alterar el crecimiento del esqueleto del embrión durante el embarazo.
El estudio publicado en la revista ‘‘Nature’’, y que forma parte del amplio proyecto Human Cells Atlas (HCA), reveló cómo las células del cartílago crecen primero, actuando como un andamio para las células óseas. La investigación destaca cómo esto sucede en todas las partes del esqueleto, excepto en la parte superior del cráneo, llamada calota; esto llevó al equipo a investigar cómo las mutaciones genéticas que están relacionadas con la craneosinostosis alteran estas células óseas tempranas, provocando que se fusionen demasiado pronto, lo que impide el correcto crecimiento del cerebro en los recién nacidos.
En el futuro, estas células podrían usarse con objetivos diagnósticos y terapéuticos para identificar y tratar afecciones congénitas.
Los investigadores mapearon el desarrollo esquelético en el primer trimestre del embarazo. Esto les permitió describir todas las células y redes genéticas involucradas en el crecimiento óseo durante el desarrollo temprano, incluida la posición de las células en el tejido de rápido crecimiento.
Por otro lado, el equipo recopiló una lista de 65 medicamentos aprobados clínicamente, que actualmente no se recomiendan durante el embarazo, y destacaron en qué casos pueden afectar al desarrollo del esqueleto. Se espera que este estudio pueda determinar qué tratamientos son seguros durante el periodo de gestación.
Finalmente, los investigadores también encontraron que las variantes genéticas asociadas con un mayor riesgo de artrosis de cadera estaban involucradas en el desarrollo temprano de las células óseas y sus reguladores posteriores, mientras que las variantes que afectaban el riesgo de artritis de rodilla estaban involucradas con la formación de cartílago.
La profesora Sarah Teichmann, cofundadora de Human Cells Atlas y autora principal del estudio asegura que ‘‘este atlas detallado del desarrollo de los huesos en el espacio y el tiempo está coordinado con otros estudios, lo que acerca la iniciativa del Atlas de células humanas a la comprensión total de lo que sucede en el cuerpo humano durante el desarrollo, la salud y la enfermedad’’. Por su parte, Ken To, coautor principal del estudio añade que "el uso de este atlas podría ayudarnos a comprender mejor las condiciones tanto del esqueleto joven como del envejecido. Tener este ’plano’ de la formación ósea también puede ayudarnos a desarrollar formas efectivas de cultivar células óseas y cartilaginosas en una placa, lo que tiene un enorme potencial terapéutico".