Por Gema Puerto
28 de abril de 2023Aunque parezca increíble, como apuntan los científicos, el ser humano, con cerca de cien billones de células, tiene mucho en común con un microorganismo unicelular llamado Saccharomyces cerevisiae, que se encuentra en el vino y en la levadura de la cerveza.
El proceso de la creación de la cerveza y del vino es tan antiguo como la agricultura, pero un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD), liderados por el científico Nan Hao, han creado un interruptor que cambia la dirección del envejecimiento celular de los genes de la levadura de la cerveza. El estudio ha sido publicado en la revista Science.
Los investigadores de la UCSD han hallado que, desde la formación del ADN de estas células hasta la descomposición de sus órganos citoplasmáticos, denominados mitocondrias, este interruptor mantiene las células de levadura de cerveza en equilibrio. Es decir, funciona de forma similar a un termostato en el que, cuando se alcanza una temperatura más alta, se enciende el frigorífico y, cuando se alcanza un límite más bajo, se suministra calor, utilizando la biología sintética para introducir un sistema similar. De la misma forma, gracias a este oscilador genético, las células alteran su envejecimiento cuando han ido demasiado lejos.
Con la creación de este interruptor que mantiene el equilibrio se ha alargado la existencia hasta de un 80%, de la vida de la levadura ‘Saccharomyces cerevisiae,’ un récord mundial en biología que, como apuntan los investigadores, podría servir para ralentizar el camino hacia la muerte que se inicia cada vez que aparece una célula. También las del cuerpo humano.