Por Gema Puerto
28 de abril de 2022Después de que distintos medios y políticos, hayan publicado que “se iba a obligar a los bares y restaurantes a ofrecer agua en vez de vino en las comidas”, el Gabinete de Comunicación del Ministerio de Sanidad, ha desmentido la información.
La información parte de una noticia del diario La Razón, que aseguraba que el Ministerio de Sanidad recomendaba eliminar el alcohol de los menús del día de bares y restaurantes que lo ofrecían “por defecto”. De acuerdo con La Razón, la sugerencia formaba parte de uno de los “objetivos y acciones asociados a promoción, prevención y capacitación ciudadana” que integra la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV).
Celebrar con un buen vino Una de las reacciones más sonadas en redes contra esta información ha sido la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la del portavoz socialista de la Cámara regional, Juan Lobato en Twitter.
La primera ha publicado en su cuenta de la red social una foto en la que se la puede ver una copa de vino blanco acompañada del mensaje: “Un buen vino como el que los señores del gobierno nos quieren prohibir”. Lobato, por su parte, escribió: “Hora de comer y un buen vino de Madrid, no falla”.
Recomendar, no prohibir
La reacción del departamento que dirige Carolina Darías no se ha hecho esperar. “Desde el Ministerio de Sanidad reiteramos que es una información falsa que se vaya a obligar a bares y restaurantes a no dar vino o cervezas en sus menús”. En su lugar, Sanidad ha explicado que la Estrategia establece “recomendaciones de hábitos saludables y no contempla prohibiciones de ningún tipo”.
Mortalidad cardiovascular
La Estrategia de Salud Cardiovascular tiene como objetivo, tal y como reza el texto, “conseguir mejorar la salud cardiovascular de la población y promover los hábitos de vida saludable”.
Se trata, en definitiva, de un ambicioso plan para tratar de revertir las cifras de la mortalidad de las enfermedades cardiovasculares en España, que costaron la vida a cerca de 120.000 personas en 2020 y que son la principal causa de mortalidad.