Por Clara Arrabal
7 de mayo de 2025Cada lágrima es única y diferente de las demás. Así lo certificó la fotógrafa Rose-Lynn Fisher en su experimento The Topography of Tears tras examinar bajo el microscopio lágrimas que brotaron de los ojos de diferentes personas por motivos tan dispares como llorar tras cortar una cebolla, de alegría, de luto, de rabia o de miedo.
En concreto, la fotógrafa muestreó 100 tipos diferentes de lágrimas y descubrió que cada una tenía una composición completamente diferente. Las lágrimas expulsadas al sentir libertad, por ejemplo, tienen una estructura que nos recuerdan al esquema de las terminaciones nerviosas de nuestro cuerpo, mientras que las de cortar cebolla son parecidas a un copo de nieve.
Por ello, la comunidad científica determinó que las lágrimas son como huellas dactilares, cada una es única y esconde tras de sí la emoción de aquel instante en el que esta pequeña gota de agua se derramó por la mejilla.
Tras este curioso descubrimiento, los científicos dieron explicación al fenómeno observado. Como argumentó el experto Joseph Stromberg, todas las lágrimas contienen sustancias comunes y orgánicas como aceites, anticuerpos o encimas que se diluyen en el agua salada. Sin embargo, bajo el microscopio sus patrones son únicos porque las moléculas por las que están formadas son diferentes.
Es decir, las emociones que sentimos al derramar cada lágrima juegan un papel fundamental en su forma, pues son las hormonas que segregamos al reír, llorar o pasar miedo las causantes de su estructura.
Estas pequeñas gotas de agua tienen un acometido claro: son las que mantienen los ojos húmedos y lisos y ayudan a enfocar a la luz para que podamos ver con claridad. Según el National Eye Institute, protegen a los ojos de infecciones y otros agentes irritantes como la suciedad o el polvo.
Además, es destacable que hay tres tipos de lágrimas: las basales, que son las encargadas de lubricar, nutrir y proteger la córnea; las reflejas, que se forman para liberar al ojo de sustancias que puedan irritarlo; y las emocionales.
Las lágrimas emanan de las glándulas que se encuentran por encima de los ojos y luego se drenan hasta los conductos lagrimales y bajan por el interior de la nariz. Además, cada vez que parpadeamos una fina capa de lágrima conocida como “película lagrimal” se esparce por la superficie de la córnea para mantener el ojo húmedo.
Estos son algunos ejemplos de cómo se ven tras el prisma del microscopio.
Las lágrimas de risa:
Lágrimas de cebolla
Lágrimas de menopausia
Lágrimas de libertad