Por Nuria Cordón
26 de abril de 2022La tecnología se ha convertido en una herramienta clave para la salud de nuestras sociedades. Gracias a los avances tecnológicos y a la innovación, los pacientes disponen de mejores diagnósticos, tratamientos y servicios para el cuidado de su salud.
En España, el sistema sanitario se encuentra inmerso en un proceso de transformación digital que, lejos de ralentizarse, se ha visto acelerado por la irrupción de la pandemia en nuestras vidas.
En nuestro país, la sanidad privada juega un papel fundamental en ese proceso digital. De acuerdo con el informe “Sanidad privada, aportando valor 2022”, de la Fundación IDIS, el sector sanitario privado desarrolla actividad de alta complejidad a través de la más avanzada tecnología. Esto se ve reflejado en el hecho de que realiza el 53% de las resonancias magnéticas, el 45% de los PET y el 34% de los Tac en nuestro país.
Pero la apuesta del sector por la transformación digital va más allá de la disponibilidad de equipamientos. La colaboración entre tecnología y la digitalización de servicios se ha convertido en uno de los principales aliados de las organizaciones sanitarias para alcanzar sistemas más eficientes y sostenibles. Según el informe de la Fundación IDIS, el 45,5% de las entidades de servicios sanitarios privados utilizan soluciones de inteligencia artificial y el 47,7% cuentan con soluciones de servicios a distancia, con la videoconsulta como el servicio más desarrollado. “La sanidad privada lleva años preparando la digitalización de sus sistemas, aunque la pandemia lo haya acelerado”, apunta Marta Villanueva, directora de la Fundación IDIS.
Por último, de acuerdo con el informe, la privada tiene un importante papel en la investigación. Los centros privados han participado en 672 ensayos clínicos desde 2016, lo que supone casi el 52% del total.
Sanidad pública
y tecnología
La pandemia ha puesto encima de la
mesa algunas carencias de nuestro Sistema Nacional de Salud que, hasta la
fecha, no habían sido tan evidentes, como es la falta de preparación de las organizaciones
sanitarias para atender de forma
personalizada a los pacientes en un momento de alta demanda.
Los datos del Índice SEIS (Sociedad Española de Informática de la Salud) arrojan un crecimiento de la inversión en tecnología en el Sistema Nacional de Salud del 16,62% respecto al año anterior, con un total de 938 millones de euros. Aunque estos datos refuerzan la apuesta del Ministerio de Sanidad por las tecnologías digitales, iniciada con la creación de la Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación para el SNS, el porcentaje de gasto en tecnologías sobre el gasto global sanitario se sitúa en el 1,36%, algo bajo en comparación con la inversión que hacen las organizaciones privadas.
En esta misma línea, el Ministerio puso en marcha el año pasado el plan de Inversiones en Equipos de Alta Tecnología (Plan INVEAT) dotado con 800 millones para la renovación de algunas tecnologías médicas y equipamientos. Aun así, según FENIN (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria) esta inversión “dista de las recomendaciones que tanto algunas sociedades médicas como la propia federación creen necesarias para una renovación urgente”.
En definitiva, se
trata de “no perder el tren de la innovación tecnológica en esta materia,
puesto que de ella depende en buena medida el desarrollo de una medicina cada
vez más personalizada, más precisa y predictiva y con un marcado carácter
preventivo; una medicina que ha de determinar los resultados sanitarios y de
salud de las próximas décadas, máxime teniendo en cuenta que los desarrollos
que ahora presenciamos y protagonizamos no son sino la antesala de lo que aún está
por llegar”, apunta Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS.