Por Juan García
26 de diciembre de 2023Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad a nivel mundial, provocando unos 18 millones de fallecimientos cada año a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud. Para estas patologías, como la enfermedad vascular aterosclerótica (EVA), la presencia de elevados índices de colesterol en sangre supone un factor de riesgo importante, provocando cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. La mayor parte del colesterol se transporta en la sangre junto a proteínas, formando unas partículas conocidas como lipoproteínas, de entre las cuales el LDL-C, conocido popularmente como el colesterol “malo”, es uno de los principales causantes de estas enfermedades cardiovasculares.
Un estudio publicado en el Nature Portfolio Journal Vaccines (NPJ) revela la eficacia de una nueva vacuna desarrollada por investigadores de la Universidad de Nuevo México para reducir este colesterol “malo” y prevenir así la obstrucción de los vasos sanguíneos. La investigación apunta a los inhibidores de la proproteína PCSK9 (un regulador negativo del metabolismo del LDL-C) como elementos prometedores para reducir los niveles elevados de este colesterol nocivo para la salud cardiovascular.
Las estaminas son hoy en día el medicamento más recetado para reducir los niveles de este tipo de colesterol, pero los resultados de este estudio prueban la eficacia de un enfoque alternativo basado en un tipo de vacuna bivalente, es decir, aquella que está diseñada para actuar contra dos cepas o dos tipos especifico de un microorganismo, como ocurre, por ejemplo, en el caso del virus del papiloma humano.
Según los resultados del estudio, llevado a cabo en ratones y primates no humanos, las vacunas basadas en partículas similares a virus (VLP) dirigidas a los epítopos en PCSK9, provocan respuestas de anticuerpos “fuertes y duraderas” que reducen los niveles de colesterol. “En macacos, una vacuna VLP dirigida a un único epítopo PCSK9 solo fue eficaz para reducir los niveles de LDL-C en combinación con estatinas, mientras que la inmunización con la vacuna bivalente produjo una reducción sin requerir la coadministración de estatinas”, explican desde el NPJ.
“Nos interesa desarrollar otro enfoque que sea menos costoso y más ampliamente aplicable, no solo en Estados Unidos sino en lugares que no tienen recursos para permitirse estas terapias tan caras”, argumenta el director del estudio y catedrático del Departamento de Genética Molecular y Microbiología, el doctor Bryce Chackerian. El siguiente paso es la obtención de financiación para realizar ensayos clínicos en humanos y comenzar la posterior fabricación de la vacuna. En este sentido, destaca que el principal objetivo es garantizar el acceso de más personas a este tratamiento, especialmente para aquellos que no se pueden permitir terapias más costosas. Los investigadores confían en el potencial de sus hallazgos, constatando reducciones del nivel de colesterol de los animales testados de hasta un 30%.
Una reducción de este calibre de los niveles de LDL-C sería muy eficaz para el tratamiento de enfermedades como la EVA, una patología crónica y progresiva que afecta a las arterias engrosando y endureciendo sus paredes interiores. Por ello inciden en el cambio de paradigma que supondría para la reducción de cardiopatías por su reducido coste. Chakerain defiende que la elevada inversión necesaria para su implementación en los próximos años sería muy provechosa, dado que estima un coste de “unas decenas de dólares” para la fabricación de una dosis que tendría una eficacia durante un periodo cercano a un año.