Por Andrea Rivero
21 de abril de 2023Las píldoras anticonceptivas que toman miles de mujeres en el mundo contienen principalmente dos hormonas artificiales, estrógenos y progesterona. Ambas las produce el cuerpo de la mujer de manera natural, sin embargo, al ingerir estas píldoras se produce una retroalimentación negativa que inhibe la secreción del compuesto que genera la liberación de las hormonas gonadotropinas que estimulan la ovulación. En los últimos años ha surgido cierto debate sobre los perjuicios que tienen este tipo de fármacos hormonales en la salud de las mujeres, sobre todo porque un 17% de las mujeres utilizan la píldora como método anticonceptivo en nuestro país, según la Sociedad Española de Contraconcepción. Ahora un estudio de la Universidad de Filipinas Diliman ha comprobado que es posible reducir la dosis hormonal de estos medicamentos más de un 90% sin repercutir en su eficacia.
Los investigadores del estudio, publicado en la revista científica PLOS Computational Biology, indican que “a pesar de los muchos beneficios, los efectos secundarios adversos asociados con las dosis altas, como la trombosis y el infarto de miocardio, provocan dudas sobre su uso”. Por ello, en su análisis han utilizado la teoría del control óptimo, una técnica matemática que consiste en establecer la trayectoria óptima del objetivo, que se puede utilizar en múltiples situaciones. En este caso aplicaron un modelo de ciclo menstrual para determinar la dosis total mínima de estrógeno/progesterona y el momento de la administración para inducir la esterilidad femenina a través de la anovulación, es decir, de la ausencia de la fase ovulatoria.
De acuerdo con los resultados de este estudio, en píldoras que utilizan una sola hormona se puede reducir en un 92% los estrógenos y en un 43% la progesterona sin reducir su eficacia. Además, también han confirmado que el anticonceptivo de estrógenos es más eficaz, si se administra durante la fase folicular media, es decir, antes de la ovulación. Por otro lado, también han determinado que combinar la dosis de estrógeno y de progesterona permite reducir todavía más la dosis hormonal total.
Tal y como concluyen los investigadores, todavía hay que profundizar más en este estudio, pero destacan que “estos resultados pueden brindar a los médicos información sobre nuevas formulaciones de administración óptimas y la posibilidad de desarrollar un nuevo programa de terapia que pueda suprimir la ovulación”.